31 mar 2018

EVANGELIO DÍA 1: DOMINGO DE RESURRECCIÓN

"Proclamamos tu Resurrección"


Lectura del santo evangelio según san Juan (20, 1-9):
El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.

Palabra del Señor



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Jn 20, 1-9

MISTERIO DE ESPERANZA

Creer en el Resucitado es resistirnos a aceptar que nuestra vida es solo un pequeño paréntesis entre dos inmensos vacíos. Apoyándonos en Jesús resucitado por Dios intuimos, deseamos y creemos que Dios está conduciendo hacia su verdadera plenitud el anhelo de vida, de justicia y de paz que se encierra en el corazón de la humanidad y en la creación entera.
Creer en el Resucitado es rebelarnos con todas nuestras fuerzas a que esa inmensa mayoría de hombres, mujeres y niños que solo han conocido en esta vida miseria, humillación y sufrimiento queden olvidados para siempre.
Creer en el Resucitado es confiar en una vida donde ya no habrá pobreza ni dolor, nadie estará triste, nadie tendrá que llorar. Por fin podremos ver a los que vienen en pateras llegar a su verdadera patria.
Creer en el Resucitado es acercarnos con esperanza a tantas personas sin salud, enfermos crónicos, discapacitados físicos y psíquicos, personas hundidas en la depresión, cansadas de vivir y de luchar. Un día conocerán lo que es vivir con paz y salud total. Escucharán las palabras del Padre: «Entra para siempre en el gozo de tu Señor».
Creer en el Resucitado es no resignarnos a que Dios sea para siempre un «Dios oculto» del que no podamos conocer su mirada, su ternura y sus abrazos. Lo encontraremos encarnado para siempre gloriosamente en Jesús.
Creer en el Resucitado es confiar en que nuestros esfuerzos por un mundo más humano y dichoso no se perderán en el vacío. Un día feliz, los últimos serán los primeros y las prostitutas nos precederán en el reino.
Creer en el Resucitado es saber que todo lo que aquí ha quedado a medias, lo que no ha podido ser, lo que hemos estropeado con nuestra torpeza o nuestro pecado, todo alcanzará en Dios su plenitud. Nada se perderá de lo que hemos vivido con amor o a lo que hemos renunciado por amor.
Creer en el Resucitado es esperar que las horas alegres y las experiencias amargas, las «huellas» que hemos dejado en las personas y en las cosas, lo que hemos construido o hemos disfrutado generosamente, quedará transfigurado. Ya no conoceremos la amistad que termina, la fiesta que se acaba ni la despedida que entristece. Dios será todo en todos.
Creer en el Resucitado es creer que un día escucharemos estas increíbles palabras que el libro del Apocalipsis pone en boca de Dios: «Yo soy el origen y el final de todo. Al que tenga sed yo le daré gratis del manantial del agua de la vida. Ya no habrá muerte ni habrá llanto, no habrá gritos ni fatigas, porque todo eso habrá pasado».

30 mar 2018

Jueves Santo 2018 - En nuestra parroquia de S. Cipriano


                 En la tarde del Jueves Santo, "Lavatorio de pies" en nuestra parroquia, 
con la generosa participación de nuestros jóvenes confirmandos.

Monumento Semana Santa 2018


          Siguiendo la idea del Sínodo de nuestra Diócesis de Santiago de Compostela, nuestro monumento lo dedicamos esta Semana Santa a tres aspectos de la FE . 



              Una FE  CREIDA, -CREDO  a través de la Palabra de Dios y el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (CATIC).


       Una FE CELEBRADA, en la Eucaristía de nuestras liturgias y sacramentos.


                Una FE VIVIDA a través de la Caridad en "Cáritas" en el día a día con todos los más necesitados, y también en las Catequesis, ponemos la esperanza en nuestros cristianos más jóvenes, donde descubrimos a Jesucristo resucitado caminando a nuestro lado hacia una verdadera comunidad cristiana.

      También con un recuerdo especial hacia el trabajo realizado por nuestro párroco "TUCHO", (ausente por motivos de salud a quien encomendamos al Señor) y equipo de catequesis.

27 mar 2018

PROGRAMA DE SEMANA SANTA 2018

TRIDUO PASCUAL 


Todos los años en el "Sacratísimo Triduo del Crucificado, del Sepultado y del Resucitado", o Triduo Pascual, que se celebra desde la misa vespertina del Jueves en la Cena del Señor hasta las vísperas del Domingo de Resurrección, la Iglesia celebra, "en íntima Comunión con Cristo su Esposo", los grandes misterios de la redención humana.


Día 29 de Marzo:  JUEVES SANTO

Toda la atención de nuestro espíritu cristiano debe de centrarse en los misterios que se recuerdan en la misa:  Es decir, la institución de la Eucaristía, institución del Orden Sacerdotal y el Mandamiento Nuevo del Señor. Son estos aspectos fundamentales que debemos recordar, para que tan grandes misterios puedan penetrar más profundamente.




 Hora 9:00
Apertura del Templo para recoger las ofrendas al Santísimo.


 Hora 20:00
- Eucaristía Solemne del Jueves Santo en la Cena del Señor, Solemnizada por una Coral Polifónica y  Rito del Lavatorio de los pies -Reserva del Santísimo.

 Hora 21:00
-Hora Santa Procesional:  La procesión la acompañará la Banda Cultural de Ribadumia.

Comenzaremos la Hora Santa ante el Monumento. Luego saldremos en procesión, para solidarizarnos en la soledad de María con todos aquellos que están y viven solos para que el Cristo muerto y resucitado los fortalezca y salve de sus soledades. Terminamos la Hora Santa procesional ante el Monumento.


Día 30 de Marzo:  VIERNES SANTO 
                               de LA PASIÓN DEL SEÑOR

La Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y esposo y adorando la cruz, conmemora su propio nacimiento y su misión de extender a toda la humanidad sus fecundos efectos, que en este día celebra, dando gracias por tan inefable don, e intercede por la salvación de todo el mundo.


Hora 7:30
Apertura del Templo para visitar al Santísimo.

 Hora 10:30
- Vía Crucis Solemne (dirigido por los Jóvenes Confirmandos de la parroquia).

 Hora 18:00
Celebración litúrgica del Viernes Santo en la Pasión del Señor.
  Proclamación de la Pasión del Señor según San Juan, adoración de la Cruz y     Comunión.


 Hora 19:30
- Rito del Desenclavo y Procesión del Santo Entierro.


Día 31 de Marzo:   SÁBADO SANTO 

                               de la sepultura DEL SEÑOR

Durante la Vigilia Pascual, la Iglesia espera la Resurrección del Señor y la celebra, sobretodo con los sacramentos de la iniciación cristiana. Los fieles cristianos encendemos las lámparas en el Cirio Pascual y las mantenemos así, encendidas durante gran parte de la vigilia recordando al Señor, para que cuando llegue, nos encuentre a todos en vela y nos invite a sentarse a su mesa.

Hora 8:00
- Procesión de la Soledad "Dos Caladiños"., para solidarizarnos con el mundo de los abandonados, de los que sufren y condenados inocentemente.

"Haced esto en conmemoración mía".

 Hora 22:30
CELEBRACIÓN DE LA NOCHE SANTA
Solemne Vigilia Pascual y fiesta de la comunidad con un ágape de confraternidad pascual


Día 1 de ABRIL:   DOMINGO DE RESURRECCIÓN

Comenzamos las celebraciones de la Pascua del Señor, con las que reviviremos la resurrección de Cristo que nos hace hombres y mujeres nuevos.


                               

Hora 10:00
Eucaristía Solemne de Pascua.

 Hora 12:00
Eucaristía Solemne de Pascua.
- Bautizos Comunitarios




"¿Porque buscáis entre los muertos al que vive?  No está aquí..." 


¡¡HA RESUCITADO!!









Del domingo día 16 al  domingo día 23 de Abril OCTAVA SOLEMNE DE PASCUA


23 mar 2018

LLegó la primavera

Evangelio día 25: Domingo de Ramos

Lectura del santo evangelio según san Marcos (15,1-39):
  • C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, y, atando a jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato. Pilato le preguntó:
  • S. «¿Eres tú el rey de los judíos?»
  • C. Él respondió:
  • + «Tú lo dices.»
  • C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:
  • S. «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti.»
  • C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre. Pilato les contestó:
  • S. «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»
  • C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás. Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:
  • S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»
  • C. Ellos gritaron de nuevo:
  • S. «¡Crucifícalo!»
  • C. Pilato les dijo:
  • S. «Pues ¿qué mal ha hecho?»
  • C. Ellos gritaron más fuerte:
  • S. «¡Crucifícalo!»
  • C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio –al pretorio– y reunieron a toda la compañía. Lo vistieron de púrpura, le pusieron una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:
  • S. «¡Salve, rey de los judíos!»
  • C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él. Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacaron para crucificarlo. Y a uno que pasaba, de vuelta del campo, a Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, lo forzaron a llevar la cruz. Y llevaron a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»), y le ofrecieron vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucificaron y se repartieron sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era media mañana cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos.» Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Así se cumplió la Escritura que dice: «Lo consideraron como un malhechor.» Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:
  • S. «¡Anda!, tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz.»
  • C. Los sumos sacerdotes con los escribas se burlaban también de él, diciendo:
  • S. «A otros ha salvado, y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.»
  • C. También los que estaban crucificados con él lo insultaban. Al llegar el mediodía, toda la región quedó en tinieblas hasta la media tarde. Y, a la media tarde, jesús clamó con voz potente:
  • + «Eloí, Eloí, lamá sabaktaní.»
  • C. Que significa:
  • + «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»
  • C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:
  • S. «Mira, está llamando a Elías.»
  • C. Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber, diciendo:
  • S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo.»
  • C. Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:
  • S. «Realmente este hombre era Hijo de Dios.»
Palabra del Señor




Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mc 15,1-39

IDENTIFICADO CON LAS VÍCTIMAS

            Ni el poder de Roma ni las autoridades del Templo pudieron soportar la novedad de Jesús. Su manera de entender y de vivir a Dios era peligrosa. No defendía el Imperio de Tiberio, llamaba a todos a buscar el reino de Dios y su justicia. No le importaba romper la ley del sábado ni las tradiciones religiosas, solo le preocupaba aliviar el sufrimiento de las gentes enfermas y desnutridas de Galilea.
         No se lo perdonaron. Se identificaba demasiado con las víctimas inocentes del Imperio y con los olvidados por la religión del Templo. Ejecutado sin piedad en una cruz, en él se nos revela ahora Dios, identificado para siempre con todas las víctimas inocentes de la historia. Al grito de todos ellos se une ahora el grito de dolor del mismo Dios.
             En ese rostro desfigurado del Crucificado se nos revela un Dios sorprendente, que rompe nuestras imágenes convencionales de Dios y pone en cuestión toda práctica religiosa que pretenda darle culto olvidando el drama de un mundo donde se sigue crucificando a los más débiles e indefensos.
           Si Dios ha muerto identificado con las víctimas, su crucifixión se convierte en un desafío inquietante para los seguidores de Jesús. No podemos separar a Dios del sufrimiento de los inocentes. No podemos adorar al Crucificado y vivir de espaldas al sufrimiento de tantos seres humanos destruidos por el hambre, las guerras o la miseria.
            Dios nos sigue interpelando desde los crucificados de nuestros días. No nos está permitido seguir viviendo como espectadores de ese sufrimiento inmenso alimentando una ingenua ilusión de inocencia. Hemos de rebelarnos contra esa cultura del olvido que nos permite aislarnos de los crucificados, desplazando el sufrimiento injusto que hay en el mundo hacia una «lejanía» donde desaparece todo clamor, gemido o llanto.
              No podemos encerrarnos en nuestra «sociedad del bienestar», ignorando a esa otra «sociedad del malestar» en la que millones de seres humanos nacen solo para extinguirse a los pocos años de una vida que solo ha sido sufrimiento. No es humano ni cristiano instalarnos en la seguridad olvidando a quienes solo conocen una vida insegura y amenazada.
           Cuando los cristianos levantamos nuestros ojos hasta el rostro del Crucificado, contemplamos el amor insondable de Dios, entregado hasta la muerte por nuestra salvación. Si la miramos más detenidamente, pronto descubrimos en ese rostro el de tantos otros crucificados que, lejos o cerca de nosotros, están reclamando nuestro amor solidario y compasivo.

22 mar 2018

REZAR




Miguel Ángel Robles nos recuerda algunas características de la oración:

Rezar es recordar a los que ya no están con nosotros, es pedir por ellos y también pedirles a ellos por los que estamos aquí. Rezar es regresar a casa de tus abuelos y al tiempo sin tiempo de tu infancia. Rezar es tener memoria.

Rezar es lo que va antes y después del trabajo y lo que nunca lo suplanta, porque como dice el refrán “a Dios rogando y con el mazo dando”. Es lo único que puedes hacer cuando ya no puedes hacer más. Ofrece consuelo al que reza y a aquél por el que se reza. Rezar nunca es inútil, porque siempre conforta.

Rezar es decir: rezaré por ti y,  también, reza por mí. Es, por tanto, lo contrario de la vanidad. Rezar es la aceptación de tus limitaciones. Es vivir sin rencor, aprender a olvidar, aceptar la derrota con dignidad y celebrar el triunfo con humildad. Es buscar las fuerzas si no se tienen y confiar en que las cosas van a ser como deberían ser. 

Rezar es optimismo, no dar nada por perdido, luchar y resistir. Rezar es fragilidad y entereza.

Rezar es curar las heridas, restañar los arañazos, superar el daño que te han hecho. Pasar página y empezar de cero. Perdonar las ofensas y también pedir perdón. Y sobre todo tener gratitud. 

Rezar es dar las gracias por vivir y por lo que la vida te ha dado. Es despertarse con las ilusiones renovadas. Aferrarse a la inmaterial; acordarse de lo que de verdad importa y relativizar todo lo demás. Es establecer prioridades, poner orden en tu vida, buscar la trascendencia, pensar a lo grande.

Rezar es mirar para dentro en la sociedad del exhibicionismo. Es relajarse y calamar los nervios, y prepararse mentalmente para lo que ha de venir. Rezar el razonar, aunque parezca lo más irracional que haya. Es pausa en un mundo excitado. Es calma cuando todo es ansiedad.

Rezar es lo más “punki” que se puede hacer en una tarde de domingo. Es la forma más radical de practicar “mindfulness” tan pasada de moda que cualquier día se volverá extraordinariamente “cool”. 

Rezar es una práctica “antisistema”, sin reconocimiento alguno del “stabilshment”. Tan políticamente incorrecta que la gente oculta que reza como esconde la tripa para la foto.

Rezar es tener fe. Tener fe en la vida, en las personas, en tus hijos, en tus padres, en Dios. Rezar es la maestría de niños y abuelos, y es un súper poder que nos predispone al bien.


INSTRUMENTOS DEL DINAMISMO DE LA RESURRECIÓN


 “Si Cristo no resucitó, nuestra predicación está vacía” (1Corintios 15,14). 


          El Evangelio nos relata que cuando los primeros discípulos salieron a predicar, “el Señor colaboraba y confirmaba la Palabra con las señales que los acompañaba” (Marcos 16,20). Eso también sucede hoy. Se nos invita a descubrirlo, a vivirlo. Cristo resucitado y glorioso es la fuente profunda de nuestra esperanza, y no nos faltará su ayuda para cumplir la misión que nos encomienda.

Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que ha penetrado el mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. 

Es una fuerza imparable. Verdad que muchas veces parece que Dios no existiera: vemos injusticias, maldades, indiferencias y crueldades que no ceden. Pero también es cierto que en medio de la oscuridad siempre comienza a brotar algo nuevo, que tarde o temprano produce un fruto. En un campo arrasado vuelve a aparecer la vida, tozuda e invencible. Habrá muchas cosas negras, pero el bien siempre tiende a volver a brotar y a difundirse. Cada día en el mundo renace la belleza, que resucita transformada a través de las tormentas de la historia. Los valores tienden siempre a reaparecer de nuevas maneras, y de hecho el ser humano ha renacido muchas veces de lo que parecía irreversible. Esa es la fuerza de la resurrección y cada evangelizador es un instrumento de ese dinamismo.

(Evangelii Gaudium nº 275- 277)

16 mar 2018

Evangelio día 18:Domingo V de Cuaresma

"El grano que muere, da vida"

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,12-15):


En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Palabra del Señor










Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mc 1,12-15

ENTRE CONFLICTOS Y TENTACIONES

Antes de comenzar a narrar la actividad profética de Jesús, Marcos nos dice que el Espíritu lo impulsó hacia el desierto.  Se quedó allí cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas y los ángeles le servían. Estas breves líneas son un resumen de las tentaciones o pruebas básicas vividas por Jesús hasta su ejecución en la cruz.
Jesús no ha conocido una vida fácil ni tranquila. Ha vivido impulsado por el Espíritu, pero ha sentido en su propia carne las fuerzas del mal. Su entrega apasionada al proyecto de Dios le ha llevado a vivir una existencia desgarrada por conflictos y tensiones. De él hemos de aprender sus seguidores a vivir en tiempos de prueba.
«El Espíritu empuja a Jesús hacia el desierto»
No lo conduce a una vida cómoda. Lo lleva por caminos de pruebas, riesgos y tentaciones. Buscar el reino de Dios y su justicia, anunciar a Dios sin falsearlo, trabajar por un mundo más humano es siempre arriesgado. Lo fue para Jesús y lo será para sus seguidores.
«Se quedó en el desierto cuarenta días»
El desierto será el escenario por el que transcurrirá la vida de Jesús. Este lugar inhóspito y nada acogedor es símbolo de pruebas y dificultades. El mejor lugar para aprender a vivir de lo esencial, pero también el más peligroso para quien queda abandonado a sus propias fuerzas.
«Tentado por Satanás»
Satanás significa «el adversario, la fuerza hostil a Dios y a quienes trabajan por su reinado. En la tentación se descubre qué hay en nosotros de verdad o de mentira, de luz o de tinieblas, de fidelidad a Dios o de complicidad con la injusticia.
A lo largo de su vida, Jesús se mantendrá vigilante para descubrir a «Satanás» en las circunstancias más inesperadas. Un día rechazará a Pedro con estas palabras: «Apártate de mí, Satanás, porque tus pensamientos no son los de Dios». Los tiempos de prueba los hemos de vivir, como él, atentos a lo que nos puede desviar de Dios.
«Vivía entre alimañas y los ángeles le servían»
Las fieras, lo seres más violentos de la tierra, evocan los peligros que amenazarán a Jesús. Los ángeles, los seres más buenos de la creación, sugieren la cercanía de Dios, que lo bendice, cuida y sostiene. Así vivirá Jesús: defendiéndose de Antipas, al que llama «zorro», y buscando en la oración de la noche la fuerza del Padre.
Hemos de vivir estos tiempos difíciles con los ojos fijos en Jesús. Es el Espíritu de Dios el que nos está empujando hacia el desierto. De esta crisis saldrá un día una Iglesia más humana y más fiel a su Señor.