28 sept 2019

Evangelio día 29: Domingo XXVI del tiempo ordinario


https://odresnuevos.es/

Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,19-31):

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
«Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y, además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen”. Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
«Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».
Palabra del Señor





Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc (16,19-31
)

ROMPER LA INDIFERENCIA

Según Lucas, cuando Jesús gritó: «no podéis servir a Dios y al dinero», algunos fariseos que le estaban oyendo y eran amigos del dinero «se reían de él». Jesús no se echa atrás. Al poco tiempo, narra una parábola desgarradora para que los que viven esclavos de la riqueza abran los ojos.
Jesús describe en pocas palabras una situación sangrante. Un hombre rico y un mendigo pobre que viven próximos el uno del otro, están separados por el abismo que hay entre la vida de opulencia insultante del rico y la miseria extrema del pobre.
El relato describe a los dos personajes destacando fuertemente el contraste entre ambos. El rico va vestido de púrpura y de lino finísimo, el cuerpo del pobre está cubierto de llagas. El rico banquetea espléndidamente no solo los días de fiesta sino a diario; el pobre está tirado en su portal, sin poder llevarse a la boca lo que cae de la mesa del rico. Solo se acercan a lamer sus llagas los perros que vienen a buscar algo en la basura.
No se habla en ningún momento de que el rico ha explotado al pobre o que lo ha maltratado o despreciado. Se diría que no ha hecho nada malo. Sin embargo, su vida entera es inhumana, pues solo vive para su propio bienestar. Su corazón es de piedra. Ignora totalmente al pobre. Lo tiene delante pero no lo ve. Está ahí mismo, enfermo, hambriento y abandonado, pero no es capaz de cruzar la puerta para hacerse cargo de él.
No nos engañemos. Jesús no está denunciando solo la situación de la Galilea de los años treinta. Está tratando de sacudir la conciencia de quienes nos hemos acostumbrado a vivir en la abundancia teniendo junto a nuestro portal, a solo unas horas de vuelo, a pueblos enteros viviendo y muriendo en la miseria más absoluta.
Es inhumano encerrarnos en nuestra «sociedad del bienestar» ignorando totalmente esa otra «sociedad del malestar». Es cruel seguir alimentando esa «secreta ilusión de inocencia» que nos permite vivir con la conciencia tranquila pensando que la culpa es de todos y de nadie.
Nuestra primera tarea es romper la indiferencia. Resistirnos a seguir disfrutando de un bienestar vacío de compasión. No continuar aislándonos mentalmente para desplazar la miseria y el hambre que hay en el mundo hacia una lejanía abstracta, para poder así vivir sin oír ningún clamor, gemido o llanto.
El Evangelio nos puede ayudar a vivir vigilantes, sin volvernos cada vez más insensibles a los sufrimientos de los abandonados, sin perder el sentido de la responsabilidad fraterna y sin permanecer pasivos cuando podemos actuar.

Huelga mundial por el clima


Como ocurre con casi todo, el debate se come al diálogo, y el problema se convierte en causa de adhesiones y odios. Porque la verdad es que el cambio climático –y en este momento el calentamiento global– es uno de esos asuntos complejos, donde convergen –de algún modo difícil de precisar– la naturaleza y la acción humana. Hay quien dice que esto no es por nuestra culpa, que los cambios de temperatura son cíclicos y la historia de nuestro planeta ha visto calentamientos y glaciaciones mucho antes de que nosotros estuviéramos por aquí contaminando tierra, mar y aire. Hay quien, en cambio, muestra la incidencia de la actividad y el consumo en el mundo post-industrial como acelerador de un aumento de la temperatura que ya está siendo problemático y, en pocas décadas, amenaza catástrofes varias.
El problema es que la mayoría de personas no terminamos de dedicar al asunto el tiempo necesario para intentar comprender. Es más fácil opinar y alinearse, desde la protesta o la displicencia –que de todo hay–. Es más fácil dejar que todo se polarice, por ejemplo alrededor de una joven convertida en heroína para unos y juguete a punto de romperse para otros. Es más fácil etiquetar pronto esto como algo de derechas o de izquierdas y convertirlo en carne de política. Es más fácil acogerse a un carpe diem que, en esta cuestión, elige no pensar en lo que será el futuro del mundo que heredarán otras generaciones.
Personalmente, más allá de días simbólicos, que me parecen bien como llamada de atención, pero limitados en su alcance y a veces no sé si un poco como fuegos artificiales, necesitamos al menos recorrer dos caminos: por una parte, formación (que cada uno tendremos que buscar –y hay todo un mundo de publicaciones, conferencias, vídeos, donde poder sumergirnos para ir encontrando respuestas y aprendiendo a ser críticos–). Por otra, nuevas pautas de consumo (¿de qué sirve un día de huelga de consumo si nuestras pautas cotidianas son insostenibles para el planeta?); energía, alimentación, producción, gestión de residuos…
Quizás no estaría de más que todos los católicos leyésemos Laudato Si' (y si la leímos en su momento, que la repasemos). Ciertamente, no es que eso baste, pero quizás nos ayudará a despertar.
«La cultura ecológica no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que van apareciendo en torno a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a la contaminación. Debería ser una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático. De otro modo, aun las mejores iniciativas ecologistas pueden terminar encerradas en la misma lógica globalizada. Buscar sólo un remedio técnico a cada problema ambiental que surja es aislar cosas que en la realidad están entrelazadas y esconder los verdaderos y más profundos problemas del sistema mundial.» (LS, 111)

José María Rodríguez Olaizola, sj

23 sept 2019

Mensajes de Paula para Septiembre



1-Recomendaciones y oraciones de la Madre Teresa de Calcuta


Una selección de oraciones y pensamientos relacionados con esta extraordinaria mujer que sabía amar con una sonrisa






Una oración y algunos pensamientos de Madre Teresa de Calcuta sobre el matrimonio. Pequeños “consejos” a las parejas que deciden afrontar juntos su futuro. El blog italiano Vita di Coppia (21 de agosto) los ha buscado en los escritos e intervenciones de la beata poco antes de su canonización.


1) Oración por la familia

Padre del Cielo, nos has dado un modelo de vida en la Santa Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre Amable a hacer de nuestra familia otra Nazaret, donde reinan el amor y la paz; que sea profundamente Contemplativa, totalmente Eucarística y Vibrante en la alegría.
Ayúdanos a permanecer juntos en la alegría y en el dolor a través de la oración en familia. Enséñanos a ver a Jesús en los miembros de nuestra familia, especialmente a descubrir Tu rostro escondido en su pobreza.
Que el Corazón Eucarístico de Jesús haga nuestros corazones mansos y humildes como el Suyo y nos ayude a hacer nuestros deberes, en la familia, en santidad.
Haz que podamos amarnos el uno a la otra, como Dios nos ama a cada uno de nosotros, cada día más, perdonándonos mutuamente como Tu perdonas nuestros pecados. Ayúdanos, oh Padre amable, a aceptar todo lo que nos das y a dar todo lo que tu nos pides con una gran sonrisa.
Corazón inmaculado de María, causa de nuestra alegría, reza por nosotros.
San José, reza por nosotros.
Santos Ángeles custodios, estad siempre con nosotros, guiadnos y protegednos.
Amen.



2) ¿Cuál es…

…el día más bello? Hoy.
…lo más fácil? Equivocarse.
… el obstáculo más grande? El miedo.
…la peor equivocación? Rendirse.
…la raíz de todos los males? El egoísmo.
…el entretenimiento más bello? El trabajo.
…la peor derrota? El desánimo.
…los mejores profesores? Los niños.
…la necesidad más primaria? Comunicarse.
…lo que nos hace más felices? Ser útiles a los demás.
…el misterio más grande? La muerte.
…el peor defecto? El mal humor.
…la persona más peligrosa? El mentiroso.
…el sentimiento más destructivo? El rencor.
…el regalo más bello? El perdón.
…lo más indispensable? El hogar.
…el camino más rápido? El camino correcto.
…la sensación más agradable? La paz interior.
…la defensa más eficaz? La sonrisa.
…el mejor remedio? El optimismo.
…la mayor satisfacción? El deber cumplido.
…la fuerza más poderosa del mundo? La fe.
…las personas más necesarias? Los padres.
…lo más bello de todo? El amor.

20 sept 2019

Evangelio día 22: Domingo XXV del tiempo ordinario

"¿Dónde eliges poner tu corazón?"

Lectura del santo evangelio según san Lucas (16,1-13):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando».
El administrador se puso a decir para sí: “¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa”.
Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: “¿Cuánto debes a mi amo?”.
Este respondió: “Cien barriles de aceite”.
Él le dijo: “Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta”.
Luego dijo a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?”.
Él contestó: “Cien fanegas de trigo”.
Le dice: “Toma tu recibo y escribe ochenta”.
Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz.
Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto.
Pues, si no fuisteis fieles en la riqueza injusta, ¿quién os confiará la verdadera? Si no fuisteis fieles en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero».
Palabra del Señor



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc (16,1-13
)

NO SOLO CRISIS ECONÓMICA

«No podéis servir a Dios y al dinero». Estas palabras de Jesús no pueden ser olvidadas en estos momentos por quienes nos sentimos sus seguidores, pues encierran la advertencia más grave que ha dejado Jesús a la Humanidad. El dinero, convertido en ídolo absoluto, es el gran enemigo para construir ese mundo más justo y fraterno, querido por Dios.
Desgraciadamente, la riqueza se ha convertido en nuestro mundo globalizado en un ídolo de inmenso poder que, para subsistir, exige cada vez más víctimas y deshumaniza y empobrece cada vez más la historia humana. En estos momentos nos encontramos atrapados por una crisis generada en gran parte por el ansia de acumular.
Prácticamente, todo se organiza, se mueve y dinamiza desde esa lógica: buscar más productividad, más consumo, más bienestar, más energía, más poder sobre los demás. Esta lógica es imperialista. Si no la detenemos, puede poner en peligro al ser humano y al mismo Planeta.
Tal vez, lo primero es tomar conciencia de lo que está pasando. Esta no es solo una crisis económica. Es una crisis social y humana. En estos momentos tenemos ya datos suficientes en nuestro entorno y en el horizonte del mundo para percibir el drama humano en el que vivimos inmersos.
Cada vez es más patente ver que un sistema que conduce a una minoría de ricos a acumular cada vez más poder, abandonando en el hambre y la miseria a millones de seres humanos, es una insensatez insoportable. Inútil mirar a otra parte.
Ya ni las sociedades más progresistas son capaces de asegurar un trabajo digno a millones de ciudadanos. ¿Qué progreso es este que, lanzándonos a todos hacia el bienestar, deja a tantas familias sin recursos para vivir con dignidad?
La crisis está arruinando el sistema democrático. Presionados por las exigencias del Dinero, los gobernantes no pueden atender a las verdaderas necesidades de sus pueblos. ¿Qué es la política si ya no está al servicio del bien común?
La disminución de los gastos sociales en los diversos campos y la privatización interesada e indigna de servicios públicos como la sanidad seguirán golpeando a los más indefensos generando cada vez más exclusión, desigualdad vergonzosa y fractura social.
Los seguidores de Jesús no podemos vivir encerrados en una religión aislada de este drama humano. Las comunidades cristianas deben ser en estos momentos un espacio de concienciación, discernimiento y compromiso. Nos hemos de ayudar a vivir con lucidez y responsabilidad. La crisis nos ha de hacer más humanos y más cristianos.

Estructura de la misa

“¿Podría usted explicarme la estructura de la santa misa?




















Primero está la primera parte, la liturgia de la palabra. Nos reunimos a la sombra de la palabra de Dios, igual que la “ekklesia” arquetípica lo hizo en el Sinaí, para escuchar y recibir. En el texto que acabamos de recordar se habla de lectura, de profetas y evangelistas. Esto ha adoptado una estructura específica en el culto divino, para que se oiga, como se decía, al profeta, al apóstol, a Cristo. Por profeta se “entendía todo el Antiguo Testamento; por apóstol las epístolas apostólicas, y por Cristo el evangelio. Esto supone oír, si me permite la expresión, la palabra tripartita de Dios. Se dice luego que, a continuación, va el sermón, es decir, que la explicación es necesaria, porque la palabra, en cierto modo, viene a nosotros desde muy lejos y necesitamos que nos la expliquen para entenderla.

A esta parte fundamental de la misa, el estar reunidos bajo la palabra que nos renueva, nos enseña y nos ilumina, sigue el auténtico culto de la eucaristía. Ésta vuelve a dividirse en tres partes. Primero se preparan las ofrendas, pan y vino. Simboliza que ofrecemos la creación al Señor. A continuación, viene la acción de gracias. Es decir, que el obispo o sacerdote se une a la oración de agradecimiento que Jesús pronunció la víspera de su muerte. Es la gran glorificación de Dios. Incluye tanto el agradecimiento a Cristo como la conmemoración de sus palabras y hechos de la última hora, y con ello la transubstanciación del pan y del vino, que ya no son nuestras ofrendas, sino los dones de Jesucristo, en los que Él se entrega según las palabras de la última cena.

Justino, el autor de la antigüedad, habla de que los dones, como él dice, están «eucaristizados». En otras palabras: el pan ya no es pan, sino el cuerpo de Cristo. Y el vino tampoco es vino, sino la sangre de Cristo. Dicho de otra manera: los dones se han transformado en palabra viva, en la palabra de Cristo, en la palabra de gracias del Señor.

Justino menciona asimismo las condiciones para la posterior distribución de la santa comunión. Es el culto divino de los que se han vuelto creyentes, dice. Al igual que el Señor reunió en la última cena a los doce apóstoles, la eucaristía congrega a los que son creyentes en Cristo, a los que se han convertido en Iglesia mediante el bautismo. En este sentido, tanto la condición para ser admitido como la estructura de la celebración están completa y claramente desarrolladas desde época muy temprana y siguen manteniendo su vigencia en nuestros días.”

Joseph Ratzinger en “Dios y el mundo”.


Novatadas












https://pastoralsj.org

Siempre he estado en contra de las novatadas. Durante muchos años me tocó vivir en un Colegio Mayor y he participado en innumerables discusiones sobre su pertinencia o no. Conozco de sobra el argumentario que defiende que son «rituales de integración», y todas las variantes sobre que es la forma de conocerse, conocer a los nuevos, acoger, relacionarse, y el dramatismo con que algunos veteranos argumentan que, si no se hacen, entonces los nuevos van a ir a su bola. El espíritu colegial en todas sus variantes parecería depender de la capacidad de los recién llegados para pasar por el aro y perpetuar un sistema de castas en el que el hoy burlado se convertirá en burlador mañana (y donde digo burlado, podemos decir humillado, acosado, abusado…)
Honestamente, no sé si alguna vez fueron otra cosa, pero sí sé que hoy en día no hay ninguna necesidad de novatadas para conocerse. Hay mil escaparates en los que tenemos información unos de otros. Y la gente joven está más que habituada a salir y socializar. Que no me digan que el único modo de llegar a interactuar es a base de bofetadas, pringues, flexiones, chupitos por decreto, baños en fuentes públicas, tartazos, duchas, simulaciones sexuales, pruebas de resistencia o la última ocurrencia del veterano de turno.
Hacen falta límites claros en la vida. Hace falta aprender a decir no, y en las novatadas hay tres noes necesarios. El primero, el de los responsables de las instituciones (universidad, residencias, etc). poniendo los medios a su alcance -que son muchos- para acabar con esta dinámica. El segundo -y sé que es algo difícil de pedir- el de los nuevos, negándose a aceptar esa lógica que disfraza el abuso de buen rollito-. El tercero el de tantos veteranos asqueados que prefieren alejarse, porque lo que a ellos les tocó vivir no lo desean para otros.
Seguramente mucha gente tiene un recuerdo idealizado de sus novatadas, y tal vez pueda evocarlas como un momento lúdico, de diversión y encuentro. No es tampoco infrecuente escuchar a alguien decir: “pues a mí me hicieron y no me pasó nada…” El problema es que tú no eres la medida de los demás. Y para otra mucha gente esa misma memoria es de angustia, humillación y sumisión. Y a quien hay que proteger no es a los fuertes, sobrados, carismáticos, que se las saben todas y para quienes esto no deja de ser otro rato de desfase. Sino a tantos otros (la mayoría, sospecho), que jamás harían algo así libremente.

José María Rodríguez Olaizola, sj

18 sept 2019

7 curiosidades de la catedral de Milán

De https://es.aleteia.org/

MILANO

Shutterstock | Resul Muslu

Un edificio emblemático que esconde muchos secretos en su interior

Tanto por ubicación como por sentimiento, este monumento de estilo gótico es el corazón de esta ciudad italiana. Su enorme fachada de mármol es fácil de reconocer, pero ¿sabías que guarda una reliquia de la crucifixión o que una de sus estatuas pudo inspirar al escultor de la Estatua de la Libertad?
1. De las cenizas
MILANO
Shutterstock | Beautiful landscape
Antes que se empezara a construir esta catedral (o Duomo, como también le llaman) en 1386, en ese terreno se encontraba la Basílica de San Ambrosio desde el siglo V y luego se añadió la Basílica de Santa Tecla en el año 836. Lamentablemente, ambas quedaron destruidas por un terrible incendio en el año 1075. La construcción de la catedral tardó más de 500 años y más de 70 arquitectos estuvieron involucrados en el proyecto. 
2. La protectora
MILANO
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Madonnina, así se llama la estatua de cobre dorado de la Virgen esculpida por Giuseppe Perego que se encuentra en el punto más alto de la Catedral. Es uno de los símbolos más amados y muchos milaneses creen que protege la ciudad. Fue añadida después que la fachada ya estaba terminada (en 1774) y durante la Segunda Guerra Mundial la cubrieron para que no fuera un target fácil de bombardeo.
3. Hogar de una importante reliquia
MILANO
duomomilano.it
Detrás del altar, en una bóveda en el techo, se guarda un Clavo de la Cruz de Cristo. Esta reliquia sólo es bajada el sábado más cercano al 14 de septiembre, no sólo porque es el día de la Exaltación de la Cruz, sino también porque en Milán se celebra el Rito de la Nivola, que conmemora la procesión que hizo San Carlos Borromeo (antiguo arzobispo de la ciudad) con la reliquia en 1577 para que terminara la peste. El Clavo se coloca dentro de un relicario en forma de cruz que, a su vez, está sobre una estructura en forma de nube que data del siglo XVII. Allí se suspende encima del altar por unas 40 horas para su adoración.
4. ¿La Estatua de la Libertad?
MILANO
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Los milaneses constantemente bromean diciendo que ellos tienen su propia Estatua de la Libertad y que fue primero que la de los norteamericanos. Se trata de esta figura en el exterior de la catedral que se llama “La Legge Nuova” (La Ley Nueva). Fue esculpida por Camillo Pacetti in 1810… sí, muchos años antes que la de Nueva York. De hecho, algunos creen que Frederic Auguste Bartholdi tomó inspiración en esta figura para crear su famosa Lady Liberty. Ambas sostienen una antorcha en su mano derecha, visten de túnica y tienen corona, sólo que la de Nueva York sostiene en la mano izquierda un libro con la fecha de independencia de los EE.UU y la de Milán una gran cruz.
5. La pila bautismal de San Agustín
MILANO
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Bajo el Duomo, se pueden visitar unas excavaciones arqueológicas para apreciar tanto los restos de la Basílica de Santa Tecla como las ruinas del Baptisterio de San Giovanni alle Fonti, que data del año 387 aproximadamente y es muy relevante porque se dice que fue allí, en una gran pila bautismal octogonal, que San Ambrosio bautizó a San Agustín.
6. San Bartolomé como nunca antes
MILANO
Shutterstock | Evgenii Iaroshevski
La obra de arte más famosa de la catedral está en su interior y es la escultura de San Bartolomé de Marco da Agrate (1562). Como el apóstol fue desollado vivo, el artista lo representó así, casi como una figura anatómica, y con su propia piel colgada sobre sus hombros como si fuera un manto. En la base se lee la inscripción: “NON ME PRAXITELES SED MARC FINXIT AGRAT” (No me hizo Praxíteles, sino Marco da Agrate), un detalle curioso del autor dentro de la crudeza de la obra para aclarar que era de él y no de uno de los escultores más famosos de la época.
7. Un órgano muy especial
MILANO
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En la catedral de Milán se encuentra el órgano más grande de Italia y el segundo de Europa (en cuanto al número de tubos). Fue construido en 1938 por Mascioni di Cuvio y Tamburini de Crema y no sólo es un espectáculo a la vista sino también al oído.

14 sept 2019

EVANGELIO DÍA 15: Domingo XXIV del tiempo ordinario


"Un Dios que no da a nadie por pedido"

Lectura del santo evangelio según san Lucas (15,1-32):

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice:
“Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».
También les dijo:
«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
“Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”.
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando entonces, se dijo:
«Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”.
Se levantó y vino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
Su hijo le dijo:
“Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo”.
Pero el padre dijo a sus criados:
“Sacad enseguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”.
Y empezaron a celebrar el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
Este le contestó:
“Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud”.
Él se indignó y no quería entrar, pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Entonces él respondió a su padre:
“Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado”.
El padre le dijo:
“Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”».
Palabra del Señor
Evangelio Comentado por:
Fernando Mosteiro (odresnuevos.es)

Lc (15,1-32)





UN DIOS QUE NO DA A NADIE POR PERDIDO

Tres parábolas nos trae el Evangelio de hoy: la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo perdido. Podríamos decir que hoy Jesús nos está presentando al Dios de los perdidos o, mejor aún, a un Dios que no da a nadie por perdido.
Un Dios que pone en valor a aquellos que la sociedad ha desechado.
Un Dios que corre al encuentro de los excluidos, sin pedir explicaciones de su vida, restaurándoles con su abrazo como hijos suyos de pleno derecho.
Un Dios que nos da la seguridad de saber que, aunque nos sintamos totalmente perdidos, Él nos está buscando.
Un Dios que nos mueve a salir de la comodidad de nuestras comunidades, de los nuestros, y llegar hasta las periferias de la sociedad junto con los marginados de hoy.
Y lo más importante, un Dios que nos invita a celebrar estos momentos y a compartir con Él la alegría del reencuentro.
Nuestra primera tarea, al igual que hace Jesús, sería la de ser espacio de acogida donde aquellos que se sientan perdidos, excluidos o rechazados puedan acercarse a compartir con confianza. Sin juzgar, sin reproches. Siendo cobijo, perdón y escucha que no pide explicaciones de vida, sino que pone en valor y restaura a la persona.
Como dice el Papa Francisco: “Tenemos que ser pastores con olor a oveja” y esto solo se consigue estando cerca de ellas, buscando a las que se han perdido y trayéndolas sobre los hombros de vuelta a casa.
¿Dónde nos movemos ahora nosotros… entre los excluidos o solo entre los nuestros? ¿Cuántos somos espacio de acogida, de escucha y perdón? ¿A qué huelen nuestros hombros?


https://odresnuevos.es/evangelio-domingos


10 sept 2019

Día Mundial para la Prevención del Suicidio 2019: Tómate un minuto, cambia una vida


No silenciar el suicidio


En el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, 10 de septiembre, EFEsalud recoge mensajes sobre cómo abordar este problema de salud, planteamientos de expertos, testimonios, datos y cifras, acciones e iniciativas como es el caso de la OMS y el lanzamiento de una Guía de autoayuda.


























El suicidio es un importante problema de salud pública en todo el mundo. Afecta a las familias, a las comunidades y a países enteros. A nivel mundial, más de 800.000 personas se suicidan cada año, lo que equivale a una cada cuarenta segundos. Por cada muerte por suicidio se estima que hay 20 intentos. El suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad. Aunque mueren más hombres por suicidio, las mujeres tienen más intentos. 



Testimonios

En la Jornada de la Asamblea de Madrid, se han lanzado testimonios como los siguientes:
Alba Rupérez, después de dos intentos de suicidio, ha reconocido: “Mi terapia ha sido contarlo. Estoy en una alerta continua, pero ahora, cuando me siento un poco más baja, ya se dónde y a quién acudir”.
Isabel Torrejón, una periodista con trastorno obsesivo compulsivo desde los 14 años y que superó también dos intentos de suicidio, ha considerado que hay que dar la voz de alarma contándolo a alguien justo en el momento en que se tiene un pensamiento suicida “porque después se te instaura en la cabeza” y ya puede ser tarde.
Autora de “Mi vida contigo y junto a ti”, un libro en el que narra su experiencia, ha asegurado que una persona después de haber intentado morir puede ser feliz y ella es el ejemplo.

Silvia Melero, promotora del proyecto “Luto en colores” tras perder a su hermana, ha señalado que “desde el primer momento nombré lo que había pasado y no me avergüenzo de mi hermana. No hablar de ello no nos ayuda en nada”.

https://www.efesalud.com/no-silenciar-el-suicidio/