16 dic 2010

La Cruz de los Jóvenes

LA CRUZ DE LOS JÓVENES
Un símbolo ineludible en cada Jornada Mundial de la Juventud, es sin duda la Cruz de los Jóvenes, que recorre países y continentes formando en su recorrido una cadena de un mismo espíritu.

A continuación el relato de su origen, por el cardenal Paul Josef Cordes -hoy presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”-, quien en la primera JMJ, en 1984, era vicepresidente del Consejo Pontificio para los Laicos.
Reveló esta historia inédita de la Cruz al celebrar los 25 años del Centro Internacional Juvenil San Lorenzo, dependiente de la Santa Sede, el 15 de marzo pasado.

A comienzos del 1984, el Santo Padre se dio cuenta de que en la basílica de San Pedro faltaba una cruz alta que atrajera la mirada de quien allí rezaba. Hizo por tanto colocar en la Confesión una cruz de madera de dos metros largos.Cuando atravesó por última vez la Puerta Santa, entregó esta cruz a los jóvenes del Centro San Lorenzo y, como si hablara en privado, dijo a los cinco que la recibían:
 “Al acabar el Año Santo, os confío el signo de este año jubilar: la Cruz de Cristo. Llevadla al mundo como signo del amor de Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo, el Señor muerto y resucitado, hay salvación y redención”.

Los jóvenes tuvieron la intención de tomarse a la letra lo que les dijo el Papa:
de llevar de verdad la Cruz por el mundo.