
¡Vaya!, -dijo la rana- no creía, hermana, que fueras tan incómoda vecina. Con toda esa bulla ¿Qué hay de nuevo?.
-Nada, sino anunciar que pongo un huevo.
¿Un huevo solo? ¡Y alborotas tanto!
-Un huevo solo, sí señora mía. ¿Te espantas de eso, cuando yo no me espanto al oírte como croas día y noche, sin dejar dormir a nadie.
Yo, porque sirvo de algo lo publico,
tu que de nada sirves, ¡Calla y cierra el pico!