Nuestro seminarista y amigo Joel ha concluído el segundo curso pastoral en nuestra parroquia. Durante el tiempo de formación todos los seminaristas son enviados a las parroquias, entre otras actividades, para formarse en vistas al ministerio pastoral que un día ejercerán como Pastores del Pueblo de Dios, al servicio de Jesucristo y de la Iglesia para la salvación de las almas. Aunque Joel ha nacido y crecido en nuestra parroquia, también durante dos cursos ha estado realizando un servicio pastoral entre nosotros como seminarista de nuestra diócesis.
Son muchas las labores que ha realizado colaborando con la parroquia en la vida litúrgica, en la catequesis, en Cáritas, en la organización de las fiestas parroquiales, en la Hoja parroquial, etc. ¡Todos nos hemos visto enriquecidos por su espíritu de servicio, por su generosidad, por su entrega y su buen hacer.
Llegados a este momento ha de continuar su formación pastoral en la parroquia de San Francisco de Asís en la ciudad de A Coruña.
Desde aquí queremos expresarle nuestro agradecimiento, hacerle llegar todo nuestro ánimo y manifestarle que cada día le acompañaremos con nuestra oración y con la ilusión y la esperanza de que llegue felizmente ese día en que en el Altar de nuestra parroquia, como Sacerdote de Jesucristo, ofrezca el Santo Sacrificio de la Misa.
Como sacerdote y amigo, al igual que los colaboradores más directos de la parroquia, vamos a extrañar mucho su falta, pero tiene que volar y estoy bien seguro que Joel sabe volar y volar bien alto siguiendo el vuelo de Jesús.
Quiero dedicarle esta canción hermosa que relata el vuelo de Jesús, su partida de su tierra y del lado de su Madre. En esta historia podemos vernos reflejados todos los seminaristas, los sacerdotes y las madres de todos nosotros. ¡Es la historia de Jesús, es nuestra historia en cuanto seguidores del Maestro! Vaya por Joel, por "sus mamás", por sus compañeros seminaristas, por las mamás de todos los sacerdotes y seminaristas. ¡Señor, danos muchos y santos sacerdotes!