ENTREVISTA DE LA VOZ DE GALICIA A NUESTRO PÁRROCO
Con motivo del 50 aniversario de Sacerdocio

Don Tucho dice sentirse «apabullado» y tener ganas de volver a sus rutinas, aunque no por ello deja de estar «agradecido». «Eu son un home sinxelo», apunta, pero no es, ni mucho menos, un sacerdote corriente. Pese a haber cumplido ya 73 años, su curiosidad sigue intacta y no deja de reivindicar cambios en la Iglesia. No le duelen prendas al reconocer que algunos estamentos eclesiásticos están estancados. «Os curas acomodámonos e non nos renovamos. É necesaria unha revanxelización con novos métodos e meternos na realidade da vida». Quizá es por eso que lo que más trabaja y con lo que más disfruta es con el «mundo das relacións». Se relaciona en la iglesia, pero también en la calle -«se vexo a un neno sempre me gusta acercarme e dicirlle algo»- y hasta en los bares. «A igrexa é un templo pero as tabernas tamén poden ser templos onde evanxelizar».
En O Grove, donde estuvo dos años antes de recalar en
Vilanova, intentó montar un centro de convivencia juvenil, pero aquel proyecto
naufragó en cuanto su principal mentor, Rouco Varela, dejó el puesto que
ocupaba. Hasta ese momento, veinte años atrás, Antonio Sineiro había estado
vinculado, sobre todo, al mundo docente, donde impartió clases en el seminario
menor y en el colegio Peleteiro.
No obstante, pese a los pecados que pueda tener la Iglesia,
Antonio Sineiro opina que la institución y su esencia están fuera de discusión.
«O futuro da igrexa é imperturbable. Que treman os que crean que isto se
termina. No campo do xornalismo hai moita ignorancia. Din que a Igrexa está
alonxada da realidade pero é a única institución que está preto do pobo que
pasa fame, como está pasando en África. Cáritas e Manos Unidas son Igrexa, e
iso non se di».
En gallego y sin sotana
Don Tucho llegó a Vilanova hace 17 años y empezó ya
rompiendo moldes porque se le ocurrió dar la misa de doce de los domingos en
gallego. Aquello no fue bien recibido en algunas esferas pero hoy ya es algo
normalizado en la liturgia. «Non uso o galego como unha bandeira pero é un
elemento cultural que penso que teño obriga de defender». El gallego es su
lengua materna «e aínda que non o falo ben, gústame usalo», indica el
sacerdote.
Otro aspecto chocante para algunos fue encontrarse a un párroco con camisa. Don tucho renunció al alzacuellos hace más de 40 años, cuando andaba por Madrid, y no se libró por ello de algún reproche, obispo incluido. «Á sotana quérolle moito pero creo que era un signo de caciquismo. Eu son unha persoa dedicada máis á actitude interior que aos elementos exteriores», señala Antonio Sineiro Padín.
Otro aspecto chocante para algunos fue encontrarse a un párroco con camisa. Don tucho renunció al alzacuellos hace más de 40 años, cuando andaba por Madrid, y no se libró por ello de algún reproche, obispo incluido. «Á sotana quérolle moito pero creo que era un signo de caciquismo. Eu son unha persoa dedicada máis á actitude interior que aos elementos exteriores», señala Antonio Sineiro Padín.
Hoxe con motivo do 5o aniversario sacerdotal,
foi entrevistado no programa "A Revista" da televisión galega TVG,
o noso querido Tucho, é un grande honor ter na nosa parroquia
un home tan entrañable, carismático e traballador-pedagogo da palabra de Deus,
todo isto sempre dende a produndidade do seu corazón.