para librarse del gato,
y después de un largo rato
de disputas y opiniones
dijeron que acertarían en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él
guardarse mejor podrían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo,
y encrespando el grueso lomodijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
el cascabel al gato?
Lope de Vega