Monumento a JESÚS SACRAMENTADO
AMOR CRUCIFICADO
Nos amó eternamente, hasta el fin,
no sabemos los extremos ni los límites,
pensemos en la cruz que se extiende
y se prolonga a lo infinito,
tocando el cielo en vertical, hasta Dios mismo,
abrazando horizontalmente al mundo entero;
así fue el amor de Cristo, amor crucificado,
hasta el fin, el infinito, su cuerpo desconyuntado y transfigurado,
convertido en hoguera y arco iris,
el vértigo de Dios.
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Nota: El monumento ha sido pensado y confeccionado por
Miguel A. Fernández Padín (Responsable de Liturgia)