La 1ª lámpara es:
La FE.
Fue encendida cuando recibimos el Bautismo.
El fuego y el aceite son el espíritu Santo:
“Seréis bautizados en Espíritu Santo y en Fuego”. (Mt 3,11)
Demos gracias a Dios porque nuestra lámpara no se ha apagado, a pesar de los muchos vientos contrarios.
Hoy queremos avivar esta llama para poder iluminar la noche del mundo.