En el automóvil, retornando a la ciudad, el padre preguntó a su hijo:
- ¿Qué te pareció la experiencia?..
- Buena - contestó el hijo con la mirada puesta a la distancia.- Y... ¿qué aprendiste? - insistió el padre...
El hijo contestó:
1.- Que nosotros tenemos un perro y ellos tienen cuatro.
2.- Nosotros tenemos una piscina con agua estancada que llega a la mitad del jardín... y ellos tienen un río sin fin, de agua cristalina.
3.- Que nuestro patio llega hasta la valla. y el de ellos llega al horizonte.
4.- Nosotros cocinamos en estufa eléctrica... Ellos, todo lo que comen tiene ese sabor del fogón de leña.
5.- Que para protegernos nosotros vivimos rodeados por un muro, con alarmas.... Ellos viven con sus puertas abiertas, protegidos por la amistad de sus vecinos.
6.- Nosotros vivimos conectados al teléfono móvil, al ordenador, al televisor... Ellos, en cambio, están "conectados" a la vida, al cielo, al sol, al agua, al verde del monte, a los animales, a sus siembras, a su familia.
- ¡Gracias papá, por haberme enseñado lo pobres que somos!