(A Tucho Sineiro Padín, párroco de
Vilanova
de Arousa y maestro de catequistas)
Nadie
puede decir serenamente
que
Dios no está en la tierra ni en los mares.
Que
sólo habita en sueños malabares
o
en el negro retablo incandescente.
Nadie
puede dudar que la corriente
anima
con su luz los avatares;
se
ofrece a la razón en los altares
y
toca la virtud que late y siente.
Por
algo Dios amasa entre la arcilla
su
divina canción a ritmo lento,
para
el hondo calado de su Gracia.
Por
algo Dios se acerca y se arrodilla
hasta
el agrio suspiro del lamento
que
se hace grito que ilumina y sacia.
Elpidio Ruiz Herrero
Vilanova de Arousa
9 de Diciembre de 2013