Después de
tanta lluvia de los ojos;
después de
tanto fuego desatado;
después de
tantas olas de pecado,
por fin el
Sol entre los rayos rojos.
Después de
las tinieblas y sonrojos:
después del
odio que a la Cruz clavado
puso a Jesús
por fin crucificado,
la Luz salió
triunfal de los despojos.
Que Tú eres
Dios, y de la Cruz nacieron
todas las
rosas que en jardín ardían,
mientras tu
Cuerpo era pasto de la pena.
Que Tú eres
Dios, y en el sepulcro vieron
cómo la
Gloria y el Poder nacían,
cuando el
alba vencía la condena.
Elpidio
Ruiz Herrero
Vilanova
de Arousa
ABRIL DE
2014