Hola a Todos, Paz y Bien
Pues sí, tantísimas veces me conformo con apretar el botón y, además, de manera repetida olvidándome del asterisco “*“.
Vemos los problemas y, lo peor de todo, vemos que no se resuelven, que ahí siguen… y nos enfadamos, y levantamos más la voz exigiendo que se resuelvan o, mejor dicho, que alguien los resuelva; pero qué pocas veces nos levantamos y nos ponemos a trabajar nosotros mismos para solucionarlos.
La próxima vez que me vaya a quejar de que algo no se resuelve pensaré en ese pequeño asterisco “*“.
Un abrazo… sin asterisco, pues siempre funciona,
Fer