2 Y 3 DE ABRIL 2016DOMINGO II DE PASCUA“DÍA DE LA DIVINA MISERICORDIA”
Parroquia de San Cipriano de Vilanova de Arousa
¿Que es?
- UNA MARCHA PENITENCIAL. No es solo una marcha solidaria, pero es un camino solidario y comunitario.
- NO ES UNA PEREGRINACIÓN DEL “AÑO SANTO COMPOSTELANO”, pero es peregrinación jubilar para alcanzar de Dios la Ternura, el Perdón y la Misericordia Divinas.
- No se entra por la “PUERTA SANTA DEL JACOBEO”, pero se entra por la “PUERTA DEL PERDÓN Y LA MISERICORDIA DIVINAS”
¿Que hacemos?
- ACTO PENITENCIAL en LA PARROQUIA para prepararnos para LA RECONCILIACIÓN personal e individual.
- Camino con espíritu penitencial, siguiendo el “CAMINO PORTUGUÉS”.
- Sencilla reflexión de lo vivido en la primera parte del camino en La Esclavitud.
- Entrar por la “PUERTA DEL PERDÓN Y LA MISERICORDIA” para ganar las gracias del AÑO SANTO JUBILAR.
- Celebración de la Eucaristía propia del Año Jubilar en la Catedral a las 6 de la tarde. Al terminar regresamos.
Nota: La colecta de la Misa está destinada para los
“SINTECHO” Cáritas.
ATENCIÓN:
a) El domingo día 3, realizaremos la otra alternativa de ganar
el jubileo de “LA MISERICORDIA” a la
Catedral de Santiago, para aquellos que no puedan hacer el camino andando.
Saldremos en autobús a las 9:30
de la mañana, delante del templo. En Santiago, bajaremos a la catedral andando
unos 200 metros aprox. Por una de las “rúas del Perdón” para encontrarnos con
los que hicieron el camino andando delante de “la Puerta del Perdón” aquí nos
reunimos todos para cumplir el programa.
b) El PRECIO será de 25€ para los que van en autobús (comida y
autobús) y 20€ para los caminantes (comida y regreso en autobús). Se abonará en
el momento de la inscripción.
c) MENÚ: Fideos con
Almejas, Jamón asado y Tarta de Santiago. El menú incluye agua, vino de la
casa, pan y café. La comida es en el Restaurante del Seminario Mayor.
Que en este Año
Jubilar la Iglesia se convierta en el
eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de
perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Que nunca se canse de ofrecer
misericordia y sea siempre paciente en el confortar y siempre perdonar. Que la Iglesia se haga voz de cada hombre y
mujer y repita con confianza y sin descanso: “Acuérdate, Señor, de tu
misericordia y de tu amor; que son eternos” (Sal 25,6).
(De la Bula
del Papa Francisco El Rostro de la Misericordia)