15ª ESTACIÓN
¡NO BUSQUÉIS ENTRE LOS MUERTOS
AL QUE HA RESUCITADO!
La ternura y misericordia de Dios se manifestó con toda su
plenitud y resplandor en la RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO.
Los sepulcros de muerte se llenaron de Gloria, los odios y
rencores se tornarán en floridos amores, la noche y las tinieblas se cubrirán
de radiantes estrellas, las guerras y violencias terroristas se cambiarán en
cantos de PAZ, porque CRISTO RESUCITÓ y nosotros resucitaremos con ÉL.
...pero Él RESUCITó!
- Pasado el sábado, María Magdalena y otras piadosas mujeres fueron muy de madrugada al sepulcro. Llegadas allí observaron que la piedra había sido removida. Entraron en el sepulcro y no hallaron el cuerpo del Señor, pero vieron a un ángel que les dijo: “Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí”. Poco después llegaron Pedro y Juan, que comprobaron lo que les habían dicho las mujeres. Pronto comenzaron las apariciones de Jesús resucitado: la primera, sin dura, a su Madre; luego, a la magdalena, a Simón Pedro, a los de Emaús, al grupo de los apóstoles reunidos etc., y así durante cuarenta días. Nadie presenció el momento de la resurrección, pero fueron muchos los que, siendo testigos presenciales de la muerte y sepultura del Señor, después lo vieron y trataron resucitado”.