Juan Ventura, un cura capaz de revolucionar el sacerdocio
El párroco de San Vicente de O Grove se ha convertido en uno de los personajes más queridos y mediáticos de la comarca
Manuel Méndez O Grove 19.04.2016 | 15:24
Juan Ventura. // Mario Rodríguez
El sacerdocio es la consagración activa y celosa al desempeño de una profesión o ministerio elevado y noble. Y eso, en la Iglesia, puede hacerse a la antigua usanza o al estilo Juan Ventura, un hombre cercano y campechano -incluso antes de que empezara a serlo el Papa Francisco- al que sus fieles profesan gran admiración. Es el párroco de San Vicente de O Grove, donde tiene una activa presencia tanto a nivel religioso como cultural y social. Implicado en todo aquello que cree positivo para su gente, este sacerdote ya forma parte de la historia del pueblo, a pesar de su juventud y de haber llegado hace nada.
Tiene 32 años y 1.584 amigos en su perfil de Facebook, a los que hay que sumar 339 más que siguen la página de la Parroquia de San Vicente de O Grove en esta red social. Es Juan Ventura Martínez Reboiras, nacido en Vilanova de Arousa y que estudió Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Desde hace un lustro ejerce como sacerdote en la localidad meca de una forma muy diferente a lo que otros sacerdotes tienen acostumbrados a sus feligreses.
No es ni mejor ni peor, es diferente. Su"política" es la cercanía, ser uno más del pueblo y tratar de transmitir la Palabra desde la humildad y la sencillez, tratando de acercarse a los jóvenes para que participen y se diviertan con las acciones parroquiales, ofreciéndose a colaborar siempre en todo aquello que pueda entretener, agradar o ayudar a sus parroquianos.
Este joven, porque no deja de ser un joven, no solo da misa o conduce procesiones. Participa activamente en las fiestas de la parroquia y el Concello, no duda en divertirse junto a sus convecinos y hace que quienes están a su lado se sientan cómodos.
Es cura, cierto. Pero baila y canta como el que más, o incluso mejor que la mayoría. Incluso toca la guitarra cuando es el momento, está presente en la Festa da Malla, disfrutó de la Festa da Salga y sabe diferenciar entre profesión y devoción cuando se trata de homenajear al patrón San Vicente, a la Virgen del Carmen o a San Martiño.
Es un cura atípico, no cabe duda. Un sacerdote que se deja y se hace querer. A veces los que bromean con él, tanto en persona como en las redes sociales, lo animan a meterse a político, y además le aseguran que acabaría ganando cualquier cita con las urnas.
Este es Juan Ventura, un hombre capaz de impulsar proyectos como la plantación de patatas para donarlas a Cáritas, implicado en la potenciación del Museo de la Salazón de Punta Moreiras, volcado en la ampliación y modernización del cementerio y demás instalaciones parroquiales e impulsor de la recuperación de la fiesta del Sagrado Corazón, que data de 1930.
No hay que olvidarse de su participación en la Asociación Cultural Amigos de San Vicente, que ayudó a crear y pasó a integrar "porque lo que quiero es que se haga más vida en la parroquia y se organicen cosas para todos", insiste una y otra vez.
"Lo que pretendemos es mantener tradiciones que son muy importantes para todos y actividades que forman parte de la historia de la parroquia, y no solo desde el punto de vista religioso, sino como pueblo", declaraba Juan Ventura hace ya tres años en una entrevista concedida a FARO.
Y el paso del tiempo deja claro que este peculiar y querido sacerdote, el mismo que llegó a cantar en la coral de Vilanova y la orquesta " Década 21", sigue pensando lo mismo. Incluso puede que ahora más convencido y avalado que nunca, ya que con los años cada vez son más los vecinos -tanto creyentes como no- que lo conocen, lo aprecian y lo arropan en sus proyectos.
No es ni mejor ni peor, es diferente. Su"política" es la cercanía, ser uno más del pueblo y tratar de transmitir la Palabra desde la humildad y la sencillez, tratando de acercarse a los jóvenes para que participen y se diviertan con las acciones parroquiales, ofreciéndose a colaborar siempre en todo aquello que pueda entretener, agradar o ayudar a sus parroquianos.
Este joven, porque no deja de ser un joven, no solo da misa o conduce procesiones. Participa activamente en las fiestas de la parroquia y el Concello, no duda en divertirse junto a sus convecinos y hace que quienes están a su lado se sientan cómodos.
Es cura, cierto. Pero baila y canta como el que más, o incluso mejor que la mayoría. Incluso toca la guitarra cuando es el momento, está presente en la Festa da Malla, disfrutó de la Festa da Salga y sabe diferenciar entre profesión y devoción cuando se trata de homenajear al patrón San Vicente, a la Virgen del Carmen o a San Martiño.
Es un cura atípico, no cabe duda. Un sacerdote que se deja y se hace querer. A veces los que bromean con él, tanto en persona como en las redes sociales, lo animan a meterse a político, y además le aseguran que acabaría ganando cualquier cita con las urnas.
Este es Juan Ventura, un hombre capaz de impulsar proyectos como la plantación de patatas para donarlas a Cáritas, implicado en la potenciación del Museo de la Salazón de Punta Moreiras, volcado en la ampliación y modernización del cementerio y demás instalaciones parroquiales e impulsor de la recuperación de la fiesta del Sagrado Corazón, que data de 1930.
No hay que olvidarse de su participación en la Asociación Cultural Amigos de San Vicente, que ayudó a crear y pasó a integrar "porque lo que quiero es que se haga más vida en la parroquia y se organicen cosas para todos", insiste una y otra vez.
"Lo que pretendemos es mantener tradiciones que son muy importantes para todos y actividades que forman parte de la historia de la parroquia, y no solo desde el punto de vista religioso, sino como pueblo", declaraba Juan Ventura hace ya tres años en una entrevista concedida a FARO.
Y el paso del tiempo deja claro que este peculiar y querido sacerdote, el mismo que llegó a cantar en la coral de Vilanova y la orquesta " Década 21", sigue pensando lo mismo. Incluso puede que ahora más convencido y avalado que nunca, ya que con los años cada vez son más los vecinos -tanto creyentes como no- que lo conocen, lo aprecian y lo arropan en sus proyectos.
Un hombre cercano y con muchos seguidores
- Un buen día el cura Juan Ventura Martínez Reboiras pidió a Mario Rodríguez, un conocido dibujante y caricaturista meco, que le hiciera una caricatura. El resultado es esta espectacular imagen, acreedora de todo tipo de elogios en las redes sociales, precisamente donde el sacerdote de San Vicente tiene un buen puñado de seguidores. Pero no solo los tiene a través de las nuevas tecnologías, que también maneja para permanecer cerca de sus feligreses, sino que en la calle lo paran para elogiarlo y mostrarle cariño. Esta caricatura, sin duda otra obra de arte de Mario Rodríguez, es fiel reflejo de la esencia de Juan Ventura, un cura atípico que huye de los estereotipos y sabe adaptarse a los tiempos y las modernidades haciendo lo que mejor se le da, ejercer el sacerdocio.