Todos podemos captar fácilmente que, cuando el papa Francisco nos anima a ser una “Iglesia en salida”, nos está invitando a un estilo de vida misionero. Lo que nos cuesta más asimilar es que esa misión a la que se nos convoca no se limita a nuestra relación con los próximos, sino que alcanza a toda la Tierra. Y esto, no como una bella teoría, sino como una realidad concreta y verificable. Es un movimiento que comienza por salir de uno mismo, de las propias comodidades y seguridades, para acoger una llamada del Señor que viene a ser eco de la escuchada por Abrahán: “Sal de tu tierra”.
El DOMUND es, por tanto, jornada de puertas abiertas: un buen día para salir de nuestro aislamiento, de nuestro egoísmo, de nuestro “no ayudar”, de nuestro “no dejarnos ayudar”; para salir de enfrente del espejo en el que solo nos vemos a nosotros mismos y ponernos delante del modelo que nos ofrecen los misioneros. Estos hombres y mujeres, “testigos del amor de misericordia de Cristo” —como nos dice el Papa en su Mensaje, apuntando al núcleo del Año Jubilar que vamos recorriendo—, “saben por experiencia que el Evangelio de la misericordia puede traer alegría y reconciliación, justicia y paz”. Eso que tanto necesita el mundo y que solo puede venir del encuentro con el Señor.
Rafael Santos
¿CÓMO HACER UN DONATIVO PARA DOMUND?
- Entregando un donativo en tu parroquia o directamente en la Delegación de Misiones de tu diócesis.