En el ámbito de la piedad popular, no se percibe fácilmente el sentido mistérico de la Cuaresma (Los misterios de Cristo que se encierran en este tiempo), y no se han asimilado algunos de los grandes valores y temas, como la relación entre el "sacramento de los cuarenta días" y los sacramentos de iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía), o el misterio del "Éxodo" (Sacramentos de curación y servicio) presentes a lo largo de todo el itinerario cuaresmal.
Según una constante de la piedad popular que tiende a centrarse en los misterios de la humanidad de Cristo, en la Cuaresma los fieles concentran su atención en la Pasión y Muerte del Señor.
Pero lo realmente importante es que la Cuaresma prepara y dispone los corazones de los fieles cristianos a Celebrar y Vivir en la Vida la condición de mujeres y hombres mortales pero nuevos y resucitados por Cristo en Cristo: ¡Es nuestra Pascua, la Pascua Cristiana!
En la plegaria que el Papa Francisco hace al final de su Exhortación Apostólica "EVANGELII GAUDIUM" dice:
"Virgen y Madre María...
Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados,
para llevar a todos el evangelio de la vida
que vence la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
para que llegue a todos,
El don de la belleza que no se apaga" (Nº 288)