“No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo”.
Nos parece excelente esta explicación del dinero: “un buen siervo y un mal amo”. Efectivamente, el dinero “sirve” para mucho y, cuando no se tiene, se le echa mucho en falta. Pero el dinero, juntado en grandes cantidades, puede ser un mal amo, nos puede dominar y hacer mucho daño.
Es importante para mover la economía y hacer que las personas puedan vivir dignamente, pero puede ser objeto de especulación, beneficio fácil y sujeto de manipulación. El dinero convertido en amo crea muchas esclavitudes y muchas injusticias. Estimemos el dinero en su justa medida, pero tengamos mucho cuidado cuando se pone a mandar.