Ya están apuntados un grupo de jóvenes de la parroquia que un día sus
padres pidieron el Bautismo para ellos y por el Bautismo entraron a formar
parte de los hijos bienaventurados, (felices) del Padre. Se depositaron en
sus corazones los dones del Espíritu
Santo, y se hicieron beneficiarios de la salvación que nos alcanzó Cristo
Jesús, con su vida, pasión, muerte, resurrección y glorificación.
Ya de
jóvenes ellos mismos han pedido ser confirmados,
para poder alcanzar la plenitud de sus dones bautismales:
“Recibiréis
la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis
testigos en Jerusalén. En todo Judea y Samaria y hasta los confines del la
tierra”.
(Hechos 1, 7-8)
Queridos confirmados:

Todo esto lo
esperamos también de aquellos jóvenes de nuestra parroquia que nacidos en el
año 2002–2003 soliciten libremente y con decisión personal acceder al sacramento de la iniciación
cristiana,