Al comenzar un año nuevo, nuestros corazones y mentes
albergan siempre pequeños o grandes anhelos y esperanzadores propósitos. Para
este recién nacido 2018, yo propondría unos anhelos y unos propósitos a estos
niveles:
1º A nivel de Acción Pastoral
Siguiendo las propuestas del recientemente realizado
Sínodo Diocesano hay una prioritaria propuesta de RENOVACIÓN PASTORAL en las parroquias, que consiste
fundamentalmente en iniciar en esas bases de la Iglesia de Jesucristo, un
autentico y decidido cambio de la mentalidad de Iglesia de cristiandad a una
Iglesia misionera, de una Iglesia clerical (el cura “fac totun” lo hace todo),
a una Iglesia sacerdotal en, la que todos sus laicos con el sacerdocio
bautismal y los sacerdotes con sus sacerdocios presbiterales juntos y en
comunión, lleven a cabo la triple misión de la iglesia, evangelizar y
catequizar, vivir, testimoniar y celebrar…
Una
vez más, en nuestra comunidad parroquial volveremos a incidir en seguir
llevando esa triple misión para afianzarla e instalarla ya definitivamente en
nuestra parroquia de San Cipriano de Vilanova de Arousa.
2.1- Inventario
parroquial
Hace
ya algunos años que uno de mis mayores anhelos era realizar un inventario
parroquial, que recogiera no solo lo que actualmente se esta haciendo
pastoralmente, sino también los bienes, objetos sagrados, vestiduras sagradas, imágenes…
que la parroquia y sus asociaciones parroquiales poseen en este momento, para
ofrecer a las futuras generaciones de esta comunidad cristiana un inventario real, al final de los 25 años,
que a punto están de cumplirse como párroco de esta feligresía.
Intentaremos
pues poner en marcha este proyecto parroquial en este 2018.
2.2- Restauración
de la Iglesia de la Pastoriza
Proyectamos
concluir en este año la restauración del templo antiguo parroquial de la Pastoriza. Si es posible y la comisión
erigida a tal efecto lo aprueba, quizás sea probable reinaugurar su servicio,
el domingo día 9 de septiembre, festividad de la coopatrona la Virgen de la
Pastoriza.
2.3- Rectoral
vieja
El
lamentable y nada agradable estado de la antigua y bella casa rectoral, también
es un grito desgarrador a nuestra sensibilidad humana no solo por lo antigua,
sino sobre todo, por el significado religioso que para la comunidad tiene esta
casa. Es nuestro anhelo, deseo y
renovada esperanza, dar pasos necesarios para su debida restauración.