Tema: LA FE VIVIDA Y TESTIMONIADA EN COMUNIDAD.
(1er tema del 2º
Bloque de la
E.D.A.P.)
1º UNA COMUNIDAD
Jesucristo momentos antes de su
Pasión, Muerte y Resurrección rogaba al Padre por todos, pero de un modo
especial por los suyos diciendo:
“Padre, no solo ruego por ellos, sino también por
los que crean en mi por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú,
Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros (Divina Trinidad),
para que el mundo crea que tú me has enviado…” (Juan 17, 20-24)
Jesucristo ruega y pide que
unidos unos con otros a Él y con Él a la Divina Trinidad, formemos y vivamos
como una COMUN – UNIDAD que se ama, se perdona, comparte etc. como lo
intentaban las primeras comunidades cristianas: “El grupo de los creyentes tenía un
solo corazón y una sola alma: nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenían,
pues lo poseían todo en común…” (Hechos,
4 32-35).
Nuestra parroquia de San Cipriano de Vilanova de Arousa está llamada
también, como todas, a formar la comunidad cristiana.
2º UNA COMUNIDAD CRISTOLÓGICA
Cristo tiene que ser el
centro, “El camino, la verdad y la vida… (Juan 14, 6) para toda comunidad
cristiana. Por lo tanto, nuestro gran esfuerzo pastoral con el esfuerzo de
todos los miembros de la comunidad debe ser el trabajar para formar la
comunidad querida por Jesucristo Nuestro Señor:
2.1- Una comunidad Eucarística.
Cristo
quiso quedarse para nosotros y con nosotros y así facilitarnos esa unión intima
con todos los miembros de la comunidad, por medio del PAN de VIDA y BEBIDA de SALVACIÓN en la comunión. Por Él nos
sentirnos sus discípulos unidos, y a través de Él, unidos todos y cada uno de
nosotros a la Divina Trinidad.
2.2- Una comunidad Mariana.
La
Virgen María, madre de Jesucristo el Dios hecho Hombre y madre de su Iglesia
Universal, es también madre de nuestra Iglesia particular de la Diócesis de
Santiago de Compostela y, de un modo especial, de nuestra Iglesia local de San
Cipriano de Vilanova de Arousa. Ella como mujer excelsa y como madre dulce y
misericordiosa fue, es y será siempre invocada y querida por esta nuestra
comunidad profundamente Mariana: La vidriera central de la Inmaculada y la
imagen de la Pastoriza nos lo demuestran.
2.3- Una comunidad Misionera.
Toda comunidad cristiana deberá
cumplir fielmente la triple misión encomendada por Jesucristo. Veamos como
ejemplo lo que nos dice San Mateo en 28, 19-21: “Id pues, y haced discípulos a
todos los, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo” (=LA MISIÓN CELEBRATIVA, a través de los Sacramentos) Enseñándoles a
guardar todo lo que os he mandado. (=LA MISIÓN EDUCATIVA a través de la
Evangelización y Catequesis). Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo”. (=MISIÓN CARITATIVA en orden a hacer la comunidad en
la caridad y la caridad desde la comunidad cristiana: Cáritas).
3º NUESTRA COMUNIDAD
Dentro de la Iglesia
Universal y Diocesana nuestra comunidad, pues, está llamada también a ser una
comunidad cristiana. El retablo o altar del presbiterio, bien pudiera ser esa
llamada permanente del Señor en nuestra parroquia para formar y construir la
comunidad querida por Cristo. Es como una catequesis hecha en madera noble que
nos recuerda y nos urge a realizar constantemente lo dicho anteriormente:
En la base y en el centro del retablo a la altura de los fieles de la
comunidad, está el Sagrario con Cristo hecho Pan de Vida para darnos vida y
unirnos así a todos y cada miembro de la comunidad con la Santísima Trinidad.
Sobre el Sagrario está la bellísima imagen del Sagrado Corazón de Jesús para
ofrecernos como un permanente “WhatsApp”, que Cristo es el centro, núcleo o
“Kerigma” (la salvación), a quien tenemos que anunciar, proclamar, seguirle y
vivir, y haciendo vivir a los fieles en la Fe, en la Esperanza y en la Caridad.
4º ACCIÓN PASTORAL.
Las imágenes que en torno
a Cristo dan viveza a este retablo bien podrían mostrarnos las principales y
primordiales acciones de nuestro quehacer pastoral.
4.1- Una acción misionera y no de clientísmo. Las imágenes en vidriera de
Santa
Teresita del niño Jesús y de San Francisco Javier, grandes
misioneros de la
Iglesia
nos lo indican.
4.2- Una acción de Evangelización y Catequesis para la infancia, la
juventud y los adultos (sobre todo padres y
madres de familia), nos las están pidiendo las imágenes del patrono San
Cipriano, obispo y doctor de la Iglesia del siglo III.
Santa Paula Frassinetti de
nuestro tiempo, fundadora de las RR
Doroteas y gran
catequista de niños/as, jóvenes y
adultos, necesitados y desposeídos…
Esta acción evangelizadora
debemos realizarla de acuerdo con lo que hoy nos pide la Iglesia (ver Evangelii Gaudium del
Papa Francisco del nº 160-180).
4.3- Una acción caritativa con todos pero de un modo especial con los
pobres, desconsolados, depresivos, enfermos… Las Imágenes de San Antonio
profundo amante de la Palabra Divina y
el Santo “del pan de los pobres”, junto con San
Roque, al que ya la tradición cristiana le llama el misionero de la
Caridad, también nos lo reclaman
4.4- Una especial acción de cuidado y atención pastoral a la familia
cristiana y a las vocaciones
sacerdotales y de vida consagrada. La imagen de San José, esposo de la Virgen y Padre en la tierra de
Jesucristo es el referente inevitable de esta importante acción pastoral.
Todo el conjunto del retablo
con la limpieza, ornamentación del Templo y la viva participación de la
comunidad unida a los presbíteros con sus ministrantes y monaguillos formaremos
ese conjunto de comunidad cristiana para
alabar y bendecir eternamente a nuestro Dios.