El evangelio nos invita a apostar por unos valores determinados en el camino hacia la plenitud y el trabajo por el Reino de Dios. Valores inspirados por Dios, que se concretan en gestos y palabras. Valores que apuntan al origen de sí en Dios.
Viendo el contexto que nos rodea, a veces me pregunto si no es tiempo de recuperar y pelear por algunos valores, valores que quizás yo he de exigirme primero a mí mismo. Puede que un buen comienzo sea conocer algunos valores que me hablan de ti, esos a los
que me anima la lectura de tu Buena Noticia, los que nos permitan crear espacios más humanos, donde quien lo necesite encuentre palabras y gestos de vida.
Ama y haz lo que quieras.
Si callas, callarás con amor,
si gritas, gritarás con amor,
si corriges, corregirás con amor
si perdonas, perdonarás con amor.
Si está dentro de ti,
la raíz del amor,
ninguna otra cosa sino el bien,
podrá salir de tal raíz.
San Agustín