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| Sta. Dorotea. Detalle de oleo de Zurbarán |
De fe cristiana, cuando el presidente Sapricio le pidió que ofreciera un sacrificio a los dioses, se negó y fue torturada. El presidente la confió a Crista y Calixta, dos hermanas apóstatas, para que la convencieran que dejase la religión cristiana, pero ambas, a su vez se convirtieron al cristianismo y fueron por ello quemadas vivas, mientras Dorotea fue condenada a la decapitación.
Por el camino al martirio, encontró a Teófilo, quien le dijo irónicamente: «Esposa de Cristo, mándame manzanas y rosas del jardín de tu esposo». Dorotea aceptó y, antes de la decapitación, mientras rezaba, un niño le trajo tres rosas y tres manzanas y ella le pidió que se las llevara a Teófilo, quien, visto el "prodigio", se convirtió al cristianismo.