Ellos que viven bajo los focos clamorosos del éxito y poseen suaves descapotables y piscinas de plácido turquesa con rosales y perros importantes y ríen entre rubias satinadas bellas como el champán, pero no son felices,
y yo que no teniendo nada más que estas calles gregarias y un horario oscuro y mis domingos baratos junto al río con una esposa y niños que me quieren tampoco soy feliz.
Miguel D'Ors