La Cuaresma es un tiempo fuerte dentro de la liturgia de la Iglesia. Es un
período en el que se nos invita a ahondar en nuestro camino personal de
crecimiento, conversión y fe. Por lo tanto, es un tiempo de Gracia, un tiempo de
oportunidad, una ocasión para no dejar volar, como las hojas del calendario. Es
preciso despertar y volver a enamorarme de la vida, que es donde encuentro la
huella profunda de Dios.
Os daré un corazón nuevo
y os infundiré un
espíritu nuevo;
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra
y os daré un
corazón de carne.
(Ez 36, 26).