En la Navidad no sólo recordamos que
Dios se hizo hombre en Jesús de Nazaret, celebramos también que sigue llegando
a nuestro mundo hoy cuando vivimos una realidad que nos desgarra. Contemplamos
al Hijo de Dios nacido en los «suburbios» de Belén, para descubrir qué es lo
que hoy nos quiere decir esa presencia siempre viva y actual. Al mirar a Jesús
recién nacido en la pobreza no podemos apartar de nuestro corazón a todos los
otros niños y personas que están hoy en una situación parecida. Al lado de
ellos se situó Jesús desde el primer momento de su vida, y al lado de ellos
sigue. Por eso su venida es una buena noticia, una gran alegría, para los
pobres…
Mientras estaban ellos allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada. (Lc 2, 6-7)
Mientras estaban ellos allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada. (Lc 2, 6-7)