Antes de morir, la activista Kayla Jean Mueller, secuestrada desde agosto de 2013 por el Estado Islámico (ISIS), envió una conmovedora carta a su familia, asegurando que “al final lo único que realmente se tiene es a Dios”.
Viajaba de Aleppo (Siria) a Turquía, como parte de su trabajo de asistencia a los refugiados del Estado Islámico, cuando fue secuestrada por los extremistas musulmanes.
En su misiva, Kayla recuerda su madre: “Mamá siempre me decía que en definitiva al final lo único que realmente se tiene es a Dios”.
La joven voluntaria asegura: “He aprendido que incluso en la prisión, uno puede ser libre. Estoy agradecida. He llegado a ver que hay algo bueno en cada situación, a veces solo tenemos que buscarlo”.
“Rezo cada día para que hayáis sentido una cierta cercanía + os rindáis ante Dios también + hayáis formado lazos de amor + os apoyéis los unos a los otros”.