Unos DONES del ESPÍRITU SANTO
Por Antonio Sineiro Padín
La preadolescencia (preadulted), es como poner los
cimientos para construir la persona adulta de cada uno de nosotros. Necesitamos
una “chispa” de sabiduría para, como adultos, poder saborear la vida.
Hay
que tener una pizca de inteligencia para poder también
discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo que beneficia o hace daño a uno
mismo y a la sociedad.
Una
persona adulta debe saber, tanto el recibir un consejo como el saber
darlo.
En la vida hay momentos que hay que ser fuertes
y comunicar fortaleza a quien lo necesite.
Una
persona adulta ha de saber tomar decisiones definitivas en momentos claves de
la vida.
Ha de ser tolerante y positiva, pero, sobre todo, prudente
y humilde.