12ª ESTACIÓN
CRISTO CRUCIFICADO ENTRE DOS LADRONES
TE ADORAMOS, OH CRISTO, Y TE BENDECIMOS QUE POR TU SANTA CRUZ REDIMISTE AL MUNDO.
Uno de los
malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: ¿No eres tu el Mesías? Sálvate
a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro respondiéndole e increpándolo, le decía:
“¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en
verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que
hicimos: en cambio, este no ha hecho nada malo”. Y decía: “Jesús, acuérdate de
mí cuando llegues a tu reino”. Jesús le dijo: “En verdad te digo: hoy estarás
conmigo en el paraíso. (Lc 23,
39-43) PALABRA DEL SEÑOR
Uno de los
malhechores crucificados lo insultaba, diciendo: ¿No eres tu el Mesías? Sálvate
a ti mismo y a nosotros”. Pero el otro respondiéndole e increpándolo, le decía:
“¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en
verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que
hicimos: en cambio, este no ha hecho nada malo”. Y decía: “Jesús, acuérdate de
mí cuando llegues a tu reino”. Jesús le dijo: “En verdad te digo: hoy estarás
conmigo en el paraíso. (Lc 23,
39-43) PALABRA DEL SEÑOR
REFLEXIÓN PARA EL MOMENTO ACTUAL:
- Nuestra sociedad tiene muchos aspectos que nos gustan y nos llenan de felicidad y satisfacción, pero también vemos otros muchos aspectos y cosas que nos llenan de tristeza y de pena. El Papa Francisco recientemente dijo: “En tu rostro desfigurado vemos nuestra crueldad. En ti vendido, traicionado, y crucificado por tu gente y por tus seres queridos, vemos nuestras traiciones cotidianas y nuestras habituales infidelidades. En tu inocencia. Cordero inmaculado, veamos nuestra culpabilidad. En tu rosto abofeteado, escupido, desfigurado, vemos la brutalidad de nuestros pecados. En la crueldad de tu Pasión vemos la crueldad de nuestro corazón y de nuestras acciones. En tu sentirte abandonado vemos a todos los abandonados por sus familiares, por la sociedad, de la atención y de la solidaridad. En tu cuerpo sacrificado, desgarrado y lacerad vemos los cuerpos de nuestros hermanos abandonados a lo largo de las calles, desfigurados por nuestra negligencia y por nuestra indiferencia. En tu sed, Señor, vemos la sed de tu Padre misericordioso que en ti ha querido abrazar, perdonar y salvar a toda la humanidad”.
- Perdona oh Cristo Jesús, nuestras infidelidades y pecados. Concédenos la ternura y la misericordia del Padre, para que todos tus Fieles seamos misericordiosos como el Padre
Canto: “Misericordes sicut Pater…
- Señor, pequé, tened piedad y misericordia de mi y de todos los pecadores.
SILENCIO...