El corazón es el motor de todo, sin el corazón no se vive, no se siente... Muchas veces hemos usado expresiones como “te quiero de corazón”, “con el corazón en la mano”, “me ha tocado el corazón”, “te quiero con todo mi corazón”... y es que María pone todo su ser, su memoria, su emoción, su entendimiento, su poseer, su intuición, su sabiduría, su sencillez y su inteligencia.
Con gran ternura, desde que su hijo acababa de nacer y hasta el último momento, guardaba dentro de sí lo fundamental.
Dios te salve María,
Sagrada María
Señora de nuestro camino.
Llena eres de gracia,
llamada entre todas
para ser la Madre de Dios.
El Señor es contigo
y tu eres la sierva
dispuesta a cumplir su misión.
Y bendita tú eres,
dichosa te llaman
a ti, la escogida de Dios.
Y bendito es el fruto
que crece en tu vientre
el Mesías del Pueblo de Dios
al que tanto esperamos que nazca
y que sea nuestro Rey.
Mª José Bravo