20 ago 2017

La desconfianza, una forma amargada de vivir


La desconfianza es una emoción negativa, que implica inseguridad sobre las acciones futuras de otra persona. Es opuesta a la confianza, que consiste en creer una hipótesis que se espera sin incertidumbres, es decir, teniendo la seguridad de que algo suceda como se lo espera, o que alguien actúe de determinada manera.
La desconfianza es una actitud consciente y voluntaria que no depende del otro, sino que es una creencia de quien la sostiene. Es una presunción negativa en cuanto al comportamiento de otra persona, que parte de la base de predecir su accionar en forma supuesta. La desconfianza nos hacer ver lo que no existe, haciéndonos infelices. Es una gran enemiga en nuestras relaciones sociales, interfiriendo en la amistad y en la pareja principalmente. Sin confianza, ninguna relación sana es posible, tratándose no de saber todo sobre nuestra pareja, sino de que no necesitemos saberlo, justamente porque confiamos.
La desconfianza se origina en uno mismo, en nuestra susceptibilidad e idea disminuida de nuestro yo, la que nos hace sentir indefensos ante otras personas. Si nuestra personalidad es segura y fuerte y nuestra autoestima es adecuada, no habrá lugar para el miedo de una amenaza del prójimo, sea real o inventada, propia de la desconfianza. La función primordial que se le da a la desconfianza es la de protección, funcionando como una barrera contra el afuera que se ve amenazante para la propia integridad. Las personas desconfiadas viven en alerta continua defendiéndose de toda situación, sintiéndose heridas fácilmente, y protegiéndose continuamente aún de personas que no merecen su desconfianza. Acumulan tensiones y entran en círculos viciosos, generando en las otras personas un comportamiento de cuidado excesivo que aumenta su desconfianza y les hace creer que es verificada su hipótesis, lo que acrecienta su sentir. Aristóteles decía: “la virtud está en el término medio” la clave es el equilibrio, confiando en uno mismo sin creer a ciegas en alguien que acabamos de conocer, pero tampoco alimentando la desconfianza a punto tal que nos impida conocer a otras personas y ser felices
Sinónimos de desconfianza: suspicacia, cautela, aprensión, precaución, escepticismo, miedo.
Antónimos de desconfianza es: confianza, tranquilidad, seguridad.
Del Blog tan_gente