Cuando alguien se enroca en sus defectos y dice “son cosas de mi carácter” para justificar algo malo de su personalidad, debería decir “son cosas de mi falta de carácter“. Porque el auténtico carácter es el carácter 10, la perfección, gozar de todos los valores al máximo, y eso en una persona viva es imposible: siempre estamos incompletos. Podemos y debemos mejorar en algún aspecto, y ahí está uno de los grandes retos dela Humanidad.
¿Somos ya conscientes de que nuestro carácter tiene defectos? ¿Queremos mejorar? Anota estos tipos que pueden ayudarte.
- Piensa en una persona a la que dañaste con tu defecto de carácter y pídele perdón de corazón. “Sé que fui humillante al hablar así y no volverá a ocurrir, pondré los medios”, por ejemplo. O “llevo tiempo prescindiendo de ti, te doy mi palabra de que te visitaré más a menudo”.
- Determina qué persona te conoce bien (o estarías dispuesto a darte a conocer) y puede ayudarte: un amigo, un familiar, un sacerdote, un psicólogo… Habla con ella y explícale que cuentas con su ayuda: que te abra los ojos e indique formas de superar esa falta de carácter.
- Plantea una lucha positiva contra ese defecto. No se trata de decirse “qué mal lo has hecho” continuamente ni de frenarse sin más con un “no volveré a tomar alcohol” sino de ponerse en marcha hacia la virtud. Plantéate a diario una meta, no importa si es muy pequeña.
- Haz examen diario de cómo va tu lucha y anota qué ha ocurrido en tres puntos: ¿luchaste? ¿venciste? ¿qué puedes hacer ahora como siguiente paso para mejorar? Es importante que lo escribas, para que tú mismo puedas comprobar tus progresos o tus omisiones. La memoria, si uno no apunta las cosas, se deforma con mucha facilidad y podrían transcurrir cuatro semanas sin haber hecho nada.
Del blog serpersona.info