“SEÑOR, LÁMPARA ES TU PALABRA PARA MIS PASOS,
LUZ EN MI SENDERO”
"TUS PALABRAS, SEÑOR SON ESPÍRITU Y VIDA"
El
Papa Francisco ha establecido que el pasado domingo 26 de Enero, III del Tiempo
Ordinario, se celebrara El Domingo de la Palabra de Dios y luego se entronizara
para fortalecerla, valorarla, leerla y meditarla más intensamente durante todo
el año. Es el mismo Jesucristo quien nos revela en los Evangelios el valor y la
importancia de LA PALABRA en la vida del cristiano y de la comunidad. Dice
Lucas 11, 27-29:
“Mientras él hablaba
estas cosas, aconteció que una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le
dijo: Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron. Pero
Él dijo: Mejor, bienaventurados los que escuchan la Palabra de Dios y la
cumplen”. Y en otro pasaje de San Juan 12, 48-49 leemos: “El que
me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: La Palabra que yo he
pronunciado, esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por
cuenta mía; el Padre que me envió es
quien me ha ordenado lo que he de decir y de cómo he de hablar. Y se que su
mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo, lo hablo como palabra que
me ha encargado mi Padre”.
Nosotros
respondiendo fielmente al Pontífice, hemos entronizado la Palabra de Dios ese
Domingo y permanecerá así todo el año para amarla, valorarla, meditarla más
intensamente y cumplirla en la vida de un modo auténtico y fiel. Que cada vez
que celebremos la Eucaristía, cotidiana o dominicalmente, podamos saciar nuestra sed en las palabras de vida
eterna que Jesucristo nos ofrece; Y así renovados, seamos testigos en el mundo
de la alegría del Evangelio.