¡Que hacemos extensivo con cariño desde toda la parroquia...todos, que no somos pocos, los que le queremos bien y le deseamos lo mejor...para el mejor!.
Y
siempre el viento, Tucho.
El que
te da de frente y sopla libre.
El que
pone en tus labios la osadía
de
abrir penumbras y cerrar ausencias,
cuando
las horas marcan
el
pálpito del sol
y el horizonte de los sueños
vivos.
El
viento habita
la
claridad de lo que deja al
paso
y pide
desnudez
al
presentarse libre
cubriendo
de bondad tus pensamientos,
como
cuando la aurora
se
despeja, se anima
y pasa entre las nubes
victoriosa.
Las
manos llenas y la frente limpia,
¿qué
más te puede dar el viento puro?
¿Qué
otra fuerza tendrán tus pies cansados,
que
aquella que en el viento te estimula?
Asómate a la Ría.
Inclina
la cabeza
y deja
que en el Umia los misterios
escojan
el camino de la luz
y beban
en sus aguas
las
huellas de bondad que tú heredaste.
¡FELICIDADES,
TUCHO!
Elpidio Ruiz Herrero