Goleman, psicólogo de Harvard, identifica el éxito en la vida con un conjunto de habilidades (Inteligencia emocional) que incluye el conocimiento de uno mismo y de los demás, el autocontrol y la capacidad de motivarse.
Muchas veces el grado de dominio emocional marca la diferencia entre quien lleva una vida equilibrada y quien hace de su vida un fracaso. Cuando conseguimos educar nuestros sentimientos alcanzamos la armonía de nuestras facultades personales.
Cabeza y corazón. ¿qué lugar ocupa el corazón en la vida de las personas? Debe haber un equilibrio entre cabeza y corazón, esto es: hay quen tener un buen corazón guiado por la razón. No bastan los buenos sentimientos: hay que aprender a amar, que es aprender a hacer el bien (“discite benefacere”) y esto supone superar el egoísmo, es decir, ejercitar la voluntad, esforzarse.

Por Vicente Huerta.