A los hijos no se les educa para ser buenos ingenieros, médicos, maestros o camareros. Es un error estratégico educativo en el que fácilmente todos podemos caer.
A los hijos les tenemos que querer y educar para que sean personas comprometidas en valores tales como el respeto a los demás, el amor a la vida en todas las circunstancias, el agradecimiento diario y el auto-conocimiento personal y espiritual.
Es bueno recordar que:
- A respetar se aprende respetando y recibiendo respeto.
- A amar se aprende amando y sintiéndose amado.
- A conocernos se aprende perdiendo el miedo a saber cómo eres.
- A crecer espiritualmente se aprende quitándote el prejuicio a meditar
- A agradecer se aprende aceptando los bienes que necesitas y no más.
Si haces de estos valores un básico en vuestra vida familiar estaremos formando "hijos con solvencia emocional" que no se frustrarán ni se bloquearán cuando les toca renunciar a lo que más les gusta o a lo que cree más agradable para aspirar a algo mucho mejor.
"La solvencia emocional adquirida por tu hijo,
le fortalece en su credibilidad personal"
Buscar la excelencia en lo bueno nos hace a todos a aspirar a lo mejor. Y en consecuencia aspirar a lo mejor nos hace mejores personas y mejores profesionales.
El verano es el momento más idóneo para dedicarse a llenar tu espacio y tu tiempo para aprender a vivir de manera diferente.
Llévate en tus maletas un tablero de ajedrez, una botella de plástico vacía y con tapón y unos cuadernos con Mandalas y duerme muchas siestas, obtendrás un verano muy diferente al que puedes obtener con tu móvil o tu Tablet.
- Un tablero de ajedrez para jugar con tus hijos, porque el ajedrez es como "la vida misma..." y además propicia la cercanía corporal, el dialogo asertivo y el desarrollo de estrategia mental, en esos tiempos aparentemente muertos que hay siempre en verano...
- En una botella de plástico vacía caben todos los mensajes en papel que cada uno quiera escribir sobre experiencias positivas y divertidas vividas en familia. Se doblan los mensajes y se meten dentro de la botella hasta el final del verano. Y cuando guardemos la ropa del verano y haya empezado el nuevo curso romper la botella y leer juntos todos los mensajes de las experiencias vividas, observarás que el verano ha sido según como lo quieras disfrutar y recordar.
- Comprar lápices o rotuladores de colores y Mandalas de adultos para vosotros y de niños según las edades de vuestros hijos. Hay tiempos muertos muy asequibles para colorear Mandalas y con ello ganarás en relajación y concentración.
"La relajación y la concentración es una actividad de niños y de mayores que junto con la meditación favorece el buen ambiente familiar"
http://www.sophya.es/