14 jun 2019

Haremos morada en él


Tu  eres el verdadero autor de lo que se va escribiendo en mi historia...

 “Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos morada en él”(Jn 14, 23).


Morar significa presencia y permanencia, reciprocidad en el amor. La morada es un lugar donde se descansa, donde se está con aquél a quien se ama. Y esto gracias al Espíritu Santo.


“Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho”. (Jn 14, 26).


El cristiano ha recibido la unción del Espíritu, es decir, es enseñado desde dentro por el mismo Dios que nos ilumina. Nos hace recordar las palabras de Cristo. Los apóstoles descubrieron en el Espíritu Santo el significado de ciertas palabras que antes no habían comprendido. “destruid este templo y yo lo reconstruiré” (…) “me iré pero volveré…”


Las palabras del Evangelio deberían impregnarnos y transformarnos, para ser nuestra esperanza, nuestra alegría y nuestra paz. Es lo que está en el corazón del Evangelio, la morada en el espíritu, la paz, la plenitud de los bienes de Dios, esa plenitud de libertad y de paz que nos son dadas por el Señor.