30 mar 2019

Evangelio día 31: Domingo IV de Cuaresma


Todo lo mío es tuyo

Lectura del santo evangelio según san Lucas (15, 1-3.11-32):

En aquel tiempo, solían acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
– «Ese acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola:
– «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.”
El padre les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo,se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. Recapacitando entonces, se dijo:
“Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros. ”
Se levantó y vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo, ”
Pero el padre dijo a sus criados:
“Sacad en seguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.”
Y empezaron a celebrar el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
Este le contestó:
“Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud.”
El se indignó y no quería entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Entonces él respondió a su padre:
“Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.”
El padre le dijo:
“Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”».
Palabra del Señor



Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc (15, 1-3.11-32)

CON LOS BRAZOS SIEMPRE ABIERTOS

Para no pocos, Dios es cualquier cosa menos alguien capaz de poner alegría en su vida. Pensar en él les trae malos recuerdos: en su interior se despierta la idea de un ser amenazador y exigente, que hace la vida más fastidiosa, incómoda y peligrosa.
Poco a poco han prescindido de él. La fe ha quedado «reprimida» en su interior. Hoy no saben si creen o no creen. Se han quedado sin caminos hacia Dios. Algunos recuerdan todavía «la parábola del hijo pródigo», pero nunca la han escuchado en su corazón.
El verdadero protagonista de esta parábola es el padre. Por dos veces repite el mismo grito de alegría: «Este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida: estaba perdido y lo hemos encontrado». Este grito revela lo que hay en su corazón de padre.
A este padre no le preocupa su honor, sus intereses, ni el trato que le dan sus hijos. No emplea nunca un lenguaje moral. Solo piensa en la vida de su hijo: que no quede destruido, que no siga muerto, que no viva perdido sin conocer la alegría de la vida.
El relato describe con todo detalle el encuentro sorprendente del padre con el hijo que abandonó el hogar. Estando todavía lejos, el padre «lo vio» venir hambriento y humillado, y «se conmovió» hasta las entrañas. Esta mirada buena, llena de bondad y compasión es la que nos salva. Solo Dios nos mira así.
Enseguida «echa a correr». No es el hijo quien vuelve a casa. Es el padre el que sale corriendo y busca el abrazo con más ardor que su mismo hijo. «Se le echó al cuello y se puso a besarlo». Así está siempre Dios. Corriendo con los brazos abiertos hacia quienes vuelven a él.
para colorear
El hijo comienza su confesión: la ha preparado largamente en su interior. El padre le interrumpe para ahorrarle más humillaciones. No le impone castigo alguno, no le exige ningún rito de expiación; no le pone condición alguna para acogerlo en casa. Solo Dios acoge y protege así a los pecadores.
El padre solo piensa en la dignidad de su hijo. Hay que actuar de prisa. Manda traer el mejor vestido, el anillo de hijo y las sandalias para entrar en casa. Así será recibido en un banquete que se celebra en su honor. El hijo ha de conocer junto a su padre la vida digna y dichosa que no ha podido disfrutar lejos de él.
Quien oiga esta parábola desde fuera, no entenderá nada. Seguirá caminando por la vida sin Dios. Quien la escuche en su corazón, tal vez llorará de alegría y agradecimiento. Sentirá por vez primera que el Misterio último de la vida es Alguien que nos acoge y nos perdona porque solo quiere nuestra alegría.

Evangelio por Odres Nuevos

Conversión y encuentro con Jesús

Siempre hay un lugar y una hora exacta en la que el Señor quiere encontrarse con nosotros. Es el momento que marca el comienzo de la conversión o del rechazo radical. Esa conversión es un camino que exige constancia y una decisión siempre renovada de proseguir el viaje a pesar de todo. Si en la antigua alianza el pueblo caminaba bajo la guía de Moisés, para nosotros el camino a seguir es el mismo Hijo de Dios, Jesucristo. Él es quien nos saca de la esclavitud del pecado, quien nos saca de nosotros mismos.

 Todos los cuidados que Jesús nos prodiga con su Palabra, con los sacramentos, con sus intervenciones providenciales -y lo son también los acontecimientos dolorosos-, son ofertas de conversión. Dejémosle, pues, que nos cultive. La Palabra sagrada es como un arado, y también como una semilla sembrada para que pueda producir fruto.

27 mar 2019

MISIÓN CARITATIVA: TEMA DE PREPARACIÓN de los AGENTES PASTORALES


     
 Recibimos de Jesucristo la MISIÓN o tarea ineludible de proclamar y vivir en caridad y amor (comunión eclesial) y ejercitar la caridad con el necesitado… (“Cáritas”).


      Con la MISIÓN de ENSEÑAR Y PROCLAMAR EL EVANGELIO (=Catequesis), o la de celebrar el amor de Dios, en sus SACRAMENTOS (=Liturgia), esta también la MISIÓN CARITATIVA, que Jesucristo nos encomendó a todos: ministros, religiosos/as y laicos, momentos antes de volver al Padre. (Mateo 28, 16-21)


  • 1º DIOS ES AMOR

La Biblia es una “biblioteca de 73 libros” que recogen las experiencias y las vivencias religiosas (en relación con su Dios) del Pueblo Antiguo…
La experiencia y la vivencia más destacable es la historia de Dios en su relación con el mundo y con el hombre y la mujer. Es una bonita y estupenda historia de AMOR. Por que Dios es amor y Él nos creo a su imagen y semejanza (Génesis 1, 27).
Jesucristo es la revelación perfecta del amor divino en el ser humano, y el con su vida (palabras y obras), con su pasión, muerte, resurrección y glorificación nos mostró el divino atributo del amor de Dios.

  • EL MANDATO

      Recibimos del Hijo de Dios, Jesucristo el mandato especial del amor. Leemos y comentamos a nivel personal y en grupo: (Juan 13, 21-35).
“AMAOS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO” (Juan 13, 35)

a) CARIDAD para una COMUNIÓN ECLESIAL= Ruego por ellos para que todos sean uno como tu Padre,  en mi y yo en ti. (Juan 13, 21).
Amar a Dios en el amor y en caridad  amar a los demás por el amor de Dios es el distintivo claro y primordial del creyente y su comunidad.

El Catecismo de la Iglesia Católica (CATIC) en su número 388 dice:

388. ¿Qué es la caridad?
La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios. Jesús hace de ella el mandamiento nuevo, la plenitud de la Ley. Ella es «el vínculo de la perfección» (Col 3, 14) y el fundamento de las demás virtudes, a las que anima, inspira y ordena: sin ella «no soy nada» y «nada me aprovecha» (1 Co13, 2-3).

MEDITAR- Explicar y comentar el contenido de este número.

Leer detenidamente la letra de esta canción y cantarla:



Aunque yo dominara las                      
lenguas arcanas                                       Si me falta el amor  (Estribillo)
y el lenguaje del cielo                             no me sirve de nada,
supiera expresar,                                     si me falta el amor
solamente sería                                       nada soy (bis)
una hueca campana,                         
si me falta el amor

Aunque yo desvelase los
 grandes misterios y mi fe 
las montañas pudiera mover 
no tendría valor, 
ni me sirve de nada, 
si me falta el amor. (Estribillo)


b) CARIDAD EVANGÉLICA Y SOCIAL.
Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre y te alimentamos… o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte…? “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mateo 25, 40).

Todos los miembros de la Iglesia de Jesucristo, tenemos que vivir y celebrar el mandato de “amarnos unos a otros, como Él  nos amó” formando así su comunidad eclesial: pero este amor y caridad, Jesucristo quiere que se concrete en ayudar generosamente al más necesitado, al abatido, al hambriento etc. y acompañarlo en su vida hasta que se libre de tal situación: “ES LA CÁRITAS”.

  • PARA SERVIR, ayudar y acompañar al necesitado, la Iglesia de Jesucristo organiza con fieles voluntarios LA CÁRITAS a estos niveles:


-          De IGLESIA UNIVERSAL=CÁRITAS INTERNACIONAL
-          De NACIONES (C.E.E.) = CÁRITAS NACIONAL
-          De DIOCESIS E INTERPARROQUIAL =  CÁRITAS DIOCESANA
-          De PARROQUIAS = CÁRITAS PARROQUIAL

      LA CÁRITAS PARROQUIAL

      LAS CÁRITAS PARROQUIALES no solo son convenientes sino que son necesarias.
En todas las comunidades parroquiales hay necesitados, abandonados, desposeídos… o sufridos, que esperan ser ayudados  para salir de esas situaciones. Los cristianos hemos recibido de Cristo nuestro Maestro y Señor, el mandato de ayudar y acompañar a los que sufren o tienen necesidad. Por esto es necesario formar un pequeño equipo de CÁRITAS en cada parroquia, para atender a aquellas personas que lo necesiten.
Este podría ser el cuadro organizativo básico de una Cáritas parroquial:


-          Un/ a   PRESIDENTE: El que convoca, anima, dinamiza…
-          Un/a   TESORERO: Lleva las cuentas, realiza pagos….
-          Dos o tres VOCALES: gestionan alimentos, ropa, visitas enfermos,
                                                    mayores, necesitados…

Todos pueden y deben participar activamente como un equipo comprometiéndose cada uno en lo que pueda.

26 mar 2019

Procrastinación existencial

Hace pocos días salía otra curiosa noticia sobre la natalidad en nuestro país. En Asturias, el censo de perros ya ha superado al de bebés, niños y adolescentes. Un problema que se extiende a muchas regiones de España y, que más allá de lo anecdótico, se trata de una señal más de una crisis demográfica de la que no queremos hacernos conscientes.

En ocasiones parece que defender los derechos de los animales es lo políticamente correcto y hablar de la urgencia de la natalidad y la despoblación es imponer la ideología y la religión. Los animales generan vida, alegría y ayudan a combatir con la soledad que en muchos casos es muy dolorosa. Para muchos son considerados como otros miembros de la familia. Toda defensa del mundo animal es legítima, pero en su justa medida pues podemos caer en el error de tratar a los animales como personas y a las personas como animales.
No es exagerado afirmar que las mascotas han usurpado en parte nicho afectivo que hace décadas ocupaba la infancia. Lamentablemente muchas parejas optan por las mascotas en vez de crear familias con niños por comodidad, rebajas en el compromiso o simplemente por no complicarse en exceso la vida. Al fin y al cabo los animales duran menos, son más baratos y llevan menos trabajo. A veces los años fértiles son invertidos en trabajar o en alargar una eterna juventud en busca de experiencias infinitas inspirados por un carpe diem un tanto desfasado.
Las políticas demográficas en España son insuficientes y muy pobres. Es verdad. El mercado laboral e inmobiliario tampoco ayudan. Asimismo la visión de la sexualidad y de la familia ha cambiado. Son causas que condicionan pero no pueden determinar. En otros momentos de la historia las situaciones eran mucho más adversas. Condiciones perfectas nunca las habrá porque la procrastinación* es ya casi una pandemia mundial. Lo preocupante no son solo los números y la pasividad de los políticos cortoplacistas –sean de la ideología que sean–, sino la apuesta por la vida cómoda o inconformista más allá del anhelo profundo que busca generar –y no consumir– vida como principio existencial.
*procrastinación: acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.

22 mar 2019

Evangelio día 24: Domingo III de Cuaresma

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,1-9):

"Jesús, el que ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido"
En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús les contestó: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.»

Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?” Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas”.»
Palabra del Señor





Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc (13,1-9)

ANTES DE QUE SEA TARDE

Había pasado ya bastante tiempo desde que Jesús se había presentado en su pueblo de Nazaret como Profeta, enviado por el Espíritu de Dios para anunciar a los pobres la Buena Noticia. Sigue repitiendo incansable su mensaje: Dios está ya cerca, abriéndose camino para hacer un mundo más humano para todos.
Pero es realista. Jesús sabe bien que Dios no puede cambiar el mundo sin que nosotros cambiemos. Por eso se esfuerza en despertar en la gente la conversión: «Convertíos y creed en esta Buena Noticia». Ese empeño de Dios en hacer un mundo más humano será posible si respondemos acogiendo su proyecto.
Va pasando el tiempo y Jesús ve que la gente no reacciona a su llamada como sería su deseo. Son muchos los que vienen a escucharlo, pero no acaban de abrirse al «Reino de Dios». Jesús va a insistir. Es urgente cambiar antes que sea tarde.
En alguna ocasión cuenta una pequeña parábola. El propietario de un terreno tiene plantada una higuera en medio de su viña. Año tras año, viene a buscar fruto en ella y no lo encuentra. Su decisión parece la más sensata: la higuera no da fruto y está ocupando inútilmente un terreno, lo más razonable es cortarla.
Para colorear
Pero el encargado de la viña reacciona de manera inesperada. ¿Por qué no dejarla todavía? Él conoce aquella higuera, la ha visto crecer, la ha cuidado, no quiere verla morir. Él mismo le dedicará más tiempo y más cuidados, para ver si dar fruto.
El relato se interrumpe bruscamente. La parábola queda abierta. El dueño de la viña y su encargado desaparecen de escena. Es la higuera la que decidirá su suerte final. Mientras tanto, recibirá más cuidados que nunca de ese viñador que nos hace pensar en Jesús, «el que ha venido buscar y salvar lo que estaba perdido».
Lo que necesitamos hoy en la Iglesia no es solo introducir pequeñas reformas, promover el «aggiornamento» o cuidar la adaptación a nuestros tiempos. Necesitamos una conversación en un nivel más profundo, un «corazón nuevo», una respuesta responsable y decidida a la llamada de Jesús a entrar en la dinámica del Reino de Dios.
Hemos de reaccionar antes de que sea tarde. Jesús está vivo en medio de nosotros. Como el encargado de la viña, él cuida de nuestras comunidades cristianas, cada vez más frágiles y vulnerables. Él nos alimenta con su Evangelio, nos sostiene con su Espíritu.
Hemos de mirar el futuro con esperanza, al mismo tiempo que vamos creando ese clima nuevo de conversión y renovación que necesitamos tanto y que los decretos del Concilio Vaticano no han podido hasta ahora consolidar en la Iglesia.

Morir de polución

  Por Álvaro Lobo, sj
Según un estudio reciente la contaminación causa más de 800.000 muertes al año en Europa. Un dato que no significa que sean muertes directas como los accidentes de tráfico, la violencia o los suicidios, sino que la polución ambiental se convierte en un factor agravante que precipita determinadas enfermedades que en entornos más limpios no tendrían tanto impacto. Males como el cáncer, las afecciones cardiovasculares o los patologías respiratorias entre otras se ven agravadas por este problema que empieza a manchar los atardeceres de nuestras ciudades y a colapsar nuestros hospitales.
Resulta curioso cómo a pesar de la gran incidencia social, las evidencias científicas y los costes que suponen nos cuesta mucho reconocer. Las medidas que se toman son siempre controvertidas y tienen más de parches que de soluciones eficaces. Sin embargo, para leer ciertos datos se requiere un poco de audacia. Una investigación científica es buena no solo por el rigor, sino por relacionar datos aparentemente alejados. Algo parecido pasa en la política, pues los que marcan la diferencia muchas veces son los que tienen grandes horizontes y no se quedan en una mirada cortoplacista. Somos extremadamente precisos para escudriñar ciertos datos, pero nos volvemos miopes a la hora de mirar con perspectiva y hacernos conscientes de lo que supone ignorar este asunto.
La urgencia del medio ambiente no es una manía de la izquierda ni de los ecologistas de turno, tampoco es una cabezonería del papa –ojo, desgraciadamente hay mucha gente que lo piensa– ni una moda de los jóvenes europeos para no ir a clase. El cuidado del planeta es uno de los grandes retos del siglo XXI y basta con observar los termómetros para darse cuenta. Los problemas de salud comunitaria no son más que el enésimo indicador de que algo va mal. Podemos curar dolencias y poner parches ecológicos, pero hasta que no vayamos a las causas nunca curaremos las enfermedades personales y medioambientales. Ojalá como sociedad tengamos la audacia para tomar medidas reales y la valentía para cuestionarnos las veces que haga falta cómo estamos viviendo.

https://pastoralsj.org

21 mar 2019

Cariño infinito a su hermana con síndrome de Down

DOWN

Por Dolors Massot 

El vídeo de una familia española emociona en Youtube.

La sencillez a veces puede ser como un rayo que atraviesa el corazón. Así es como se sienten muchos al ver y escuchar a Ana, una niña de 7 años con síndrome de Down.
En 5 minutos Ana nos ha presentado a sus hermanos y se muestra como es: una “mujercita” (con su estampado Liberty y su chaquetita corta) que crece arropada por el cariño de todos. La autoestima no le falta: “Soy inteligente, divertida y feliz”.
Ana sorprende porque domina el español y el inglés, y hace sus pinitos con el francés. Pertenece a la familia española Pereda Rodríguez, hoy afincada en el Reino Unido.

El amor, en el centro de la familia

Pero, por encima de todo, el vídeo es una muestra de por qué lo niños con síndrome de Down son tan queridos. Sus hermanos lo explican: Ana les da amor. En las familias, a nadie se ama por los idiomas que sabe o por los másters que ha conseguido: se le ama porque es hermano, sin esperar nada más, y se le ama como es: bajito, alto, gordete, patoso, superdotado o Down. Nadie es mejor que nadie.
Se nota que todos se vuelcan en esta hermana, seguramente porque es la que más lo necesita. Pero, sin que nadie se lo haya pedido, Ana da mucho y contribuye a que el clima familiar sea extraordinario.
El próximo día 21 de marzo es el Día Mundial del Síndrome de Down. Es un día especialmente indicado para impulsar las iniciativas en favor de la inclusión de estas personas. Educación, oportunidades de trabajo, derechos, salud… En cada país hay asociaciones que promueven acciones legislativas y todo es poco para apoyarlas. Dar visibilidad a esta situación compartiendo un vídeo tan sencillo como este ya es abrir puertas a un futuro mejor. Para ellos y para todos.



AÑO de ACCIÓN de GRACIAS dedicado a PAULA FRASSINETTI



 Hace 210 años nació Paula en Génova y con tal motivo la Congregación ha declarado 2019 como un año de Acción de Gracias.
Para celebrarlo, Paula nos visitará haciéndose presente a través de uno de sus pensamientos.


http://doroteas.es/

15 mar 2019

Amor “asimétrico”

Tienen los cristianos a menudo una idea de Dios que no es la que Jesús vivió y propuso con entusiasmo. En realidad muchos piensan todavía en un Dios “simétrico” a ellos, o sea, en un Dios que ama a quien es bueno y detesta a quien es malo, o que excluye de su amor a quien le ofende. Todavía no han superado cierta fase de la revelación del rostro de Dios, una fase que Jesús superó ampliamente. Para El Dios –su Padre y nuestro Padre- es el “Dios bueno con los desagradecidos y los perversos”,“que hace salir su sol sobre buenos y malos, y llover sobre justos e injustos”. 

El amor verdadero es un amor “asimétrico”, que quiere siempre y de una manera incondicionada el bien de la persona amada. En esto consiste la misericordia.

Evangelio día 17: Domingo II de Cuaresma

"Escuchar a Jesús"


Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,28b-36):

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Palabra del Señor


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc (9,28b-36)

ESCUCHAR A JESÚS

Los cristianos de todos los tiempos se han sentido atraídos por la escena llamada tradicionalmente «la transfiguración del Señor». Sin embargo, a los que pertenecemos a la cultura moderna no se nos hace fácil penetrar en el significado de un relato, redactado con imágenes y recursos literarios, propios de una «teofanía» o revelación de Dios.
Sin embargo, el evangelista Lucas ha introducido detalles que nos permiten descubrir con más realismo el mensaje de un episodio que a muchos les resulta hoy extraño e inverosímil. Desde el comienzo nos indica que Jesús sube con sus discípulos más cercanos a lo alto de una montaña sencillamente «para orar», no para contemplar una transfiguración.
Todo sucede durante la oración de Jesús: «Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió». Jesús, recogido profundamente, acoge la presencia de su Padre, y su rostro cambia. Los discípulos perciben algo de su identidad más profunda y escondida. Algo que no pueden captar en la vida ordinaria de cada día.


En la vida de los seguidores de Jesús no faltan momentos de claridad y certeza, de alegría y de luz. Ignoramos lo que sucedió en lo alto de aquella montaña, pero sabemos que en la oración y el silencio es posible vislumbrar, desde la fe, algo de la identidad oculta de Jesús. Esta oración es fuente de un conocimiento que no es posible obtener de los libros.
Para colorear
Lucas dice que los discípulos apenas se enteran de nada, pues «se caían de sueño» y solo «al espabilarse», captaron algo. Pedro solo sabe que allí se está muy bien y que esa experiencia no debería terminar nunca. Lucas dice que «no sabía lo que decía».
Por eso, la escena culmina con una voz y mandato solemne. Los discípulos se ven envueltos en una nube. Se asustan pues todo aquello los sobrepasa. Sin embargo, de aquella nube sale una voz: «Este es mi Hijo, el escogido. Escuchadle». La escucha ha de ser la primera actitud de los discípulos.
Los cristianos de hoy necesitamos urgentemente «interiorizar» nuestra religión si queremos reavivar nuestra fe. No basta oír el Evangelio de manera distraída, rutinaria y gastada, sin deseo alguno de escuchar. No basta tampoco una escucha inteligente preocupada solo de entender.
Necesitamos escuchar a Jesús vivo en lo más íntimo de nuestro ser. Todos, predicadores y pueblo fiel, teólogos y lectores, necesitamos escuchar su Buena Noticia de Dios, no desde fuera sino desde dentro. Dejar que sus palabras desciendan de nuestras cabezas hasta el corazón. Nuestra fe sería más fuerte, más gozosa, más contagiosa.

14 de marzo, Día Internacional de los Ríos